Durante una entrevista exclusiva con 'Vamos', Javier Pastore hizo referencia al final de su etapa en la Roma. El argentino regresó de una dura lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego un buen tiempo. A su regreso, el equipo italiano no le dejó entrenar con la primera plantilla, tal y como confesó.
No ha sido fácil la etapa de Javier Pastore en la Roma. El centrocampista llegó a la capital italiana tras un periplo triunfal del siete temporadas en el Paris Saint-Germain, equipo al que llegó como 'primer galáctico' de la etapa de Al-Khelaïfi.
Sin embargo, su paso por el cuadro 'giallorosso' fue claramente de menos a más, influenciado sobre todo por la grave lesión que sufrió en la cadera, y que lo tuvo, contando operaciones, más de un año sin poder jugar al fútbol.
"Tuve un problema articular en la cadera. Era difícil porque no podía entrenarme; los ejercicios me generaban mucho dolor. Era un dolor continuo, estando acostado o sentado; en casa no podía hacer nada", reconoció durante una entrevista exclusiva para 'Vamos'.
Esto provocó que el conjunto transalpino decidiera apartarlo de la primera plantilla, hasta el punto de que no pudo ni siquiera llegar a entrenar a las órdenes de José Mourinho, justo antes de dar el paso al Elche CF.
"Llegué a un momento crítico en el que tuve que operarme y estar cinco o seis meses fuera del equipo. Cuando volví en diciembre (más de un año después de sus primeras molestias) no tuve participación en ningún partido. La decisión estaba tomada y no querían contar conmigo. Pedí volver con el equipo para entrenarme con ellos, pero el club no me dejó. No tuve la oportunidad de entrenarme con Mourinho, ni una semana ni un día, para que me viese y dijese si estaba apto", sentenció.