El ex futbolista portugués y nuevo entrenador de Corea del Sur Paulo Bento llegó este lunes al país asiático con la vista puesta en la conquista de la Copa Asia 2019 y la preparación de la Selección para el Mundial de Catar de 2022.
"Trataré de progresar con este equipo (trabajando) con pasión y haré buenos preparativos para la Copa Asia y el Mundial", dijo a la prensa Bento a su llegada al aeropuerto internacional de Incheon, recogida por la agencia local de noticias 'Yonhap'.
Bento llegó a la capital surcoreana acompañado de su equipo: los asistentes Sergio Costa y Filipe Coelho, el entrenador de porteros Vítor Silvestre y el preparador físico Pedro Pereira.
El técnico portugués, de 49 años, dijo que primero se centrará en ganar la Copa Asia el próximo año, un título que los 'Guerreros de Taeguk' no conquistan desde 1960.
"He oído que Corea del Sur ha quedado segunda o tercera" en la competición, dijo Bento, quien declaró que tratará de ayudar a la Selección Surcoreana a ganar el título de campeón esta vez.
Al ser preguntado sobre el estilo de juego que quiere para Corea del Sur, el portugués dijo que "cada entrenador tiene un estilo diferente" y que primero tiene que conocer a cada jugador, lo que les permitirá construir "un estilo futbolístico propio para alcanzar el objetivo" marcado.
La Asociación de Fútbol de Corea (KFA), que anunció oficialmente el nombramiento de Bento como nuevo seleccionador el pasado viernes, dijo que el técnico dará una rueda de prensa este miércoles para explicar su visión y detallar los planes que tiene para el equipo.
Bento hará su debut como técnico de Corea del Sur el 7 de septiembre, cuando la Selección se enfrente en un amistoso a Costa Rica, tras lo que se verá las caras con Chile el día 11.
El portugués comenzó su trayectoria en los banquillos dirigiendo al Sporting de Portugal, con los que conquistó varios títulos nacionales que le valieron dar el salto al combinaod luso en 2010.
El ex centrocampista del Real Oviedo, entre otros clubes, logró meter a Portugal en semifinales de la Eurocopa de 2012 -en las que cayó ante España-, y fue destituido tras no conseguir que el combinado pasara a octavos de final del Mundial de 2014 y después de una decepcionante Fase Clasificatoria para la Eurocopa de 2016.
Posteriormente, entrenó a Cruzeiro, al Olympiakos griego, y al Chongqing Lifan chino.