Antes y durante el Inter-Roma, Romelu Lukaku fue el jugador más buscado por la afición local. Y no precisamente por cariño. La que fuese su hinchada se volcó contra el belga, que negoció con la Juventus cuando aún podía haber seguido en San Siro y se fue finalmente al cuadro romano.
40.000 silbatos recibieron a Romelu Lukaku en San Siro. Al salir a calentar, tronó en las gradas un ensordecedor abucheo con insultos, gritos y, sobre todo, silbatazos ante los que el delantero respondió con aplausos que se suponen que iban dirigidos a su afición.
El belga ya sabía lo que le esperaba en la que fuera su casa en 2 etapas diferentes, la última, la pasada campaña. En la previa del choque, los interistas se preocuparon de conseguir una ingente cantidad de silbatos que repartieron en los alrededores del estadio, así como folletos ofensivos que terminaron de crear un ambiente crispado.
"Uomo di merda" fue tan solo uno de los numerosos insultos que recibió Lukaku de una afición doblemente dolida. En verano de 2021, el atacante ya abandonó el Inter para jugar en el Chelsea, un movimiento del que se arrepintió pronto, tal y como admitió públicamente en varias entrevistas.
Lukaku suplicó por el perdón de una hinchada que se lo concedió. Y tras regresar, volvió a las andadas. El jugador perdió peso en los onces, sobre todo al final de curso, y decidió que era el momento de cambiar de aires. Estaba cedido por los 'blues', pero, en vez de valorar ampliar ese préstamo, negoció con la Juventus (le costó críticas públicas de Lautaro y Zanetti) y, finalmente, unirse a la Roma.