En el primer año de VAR en LaLiga y en algunas competiciones como la Champions League, el novedoso sistema ha dejado bastantes quejas por parte de sus críticos... pero en el partido entre Bulgaria y Montenegro ha quedado claro que el videoarbitraje es necesario. Nedelev empató el choque gracias a un penalti inexistente.
El cronómetro marcaba el minuto 80 de partido y Montenegro se encontraba por delante en el marcador gracias a un gol de Mugosa. Con la afición búlgara apretando, la tensión y el empuje final del equipo local llegó y, con él, la gran polémica del partido.
Tras un centro al área bastante largo, Kostov corrió hacia el lateral para intentar hacerse con el balón y acabó cayendo fuera del área. Jovovic le trabó y, justamente, el árbitro paró el juego porque el búlgaro fue obstruido.
El problema es que el árbitro no vio que la acción ocurrió fuera del área. De hecho, Kostov se encontraba más o menos a medio metro de la línea de cal cuando cayó. Fue un fallo increíble que se habría evitado con el VAR y que acabó dándole el empate a los búlgaros, pues Nedelev no falló desde los once metros.