El Albacete tiró de oficio para darle la vuelta al partido ante el Sporting, que sigue mostrando muchas dudas (2-1). El cuadro manchego afianzó su sexta posición en el 'play off' y ya aventaja en cinco puntos a su inmediato perseguidor.
El Albacete sigue en buena línea. El cuadro manchego, que llegaba a la cita con el Sporting con dos puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, afianzó su sexta posición con una victoria de mérito al Sporting porque se vio obligado a remontar el encuentro.
Y lo hizo empujado por el espíritu de Pelayo Novo, ex jugador de la entidad que falleció recientemente. Había mucha tristeza en el Carlos Belmonte durante el homenaje que le realizaron ambos conjuntos. Cuéllar y Bernabé depositaron dos ramos de flores en memoria del asturiano.
Tampoco faltó la ovación en el minuto 18, el que era su número. El cielo estaba muy pendiente a lo que iba a pasar en este partido y Pelayo estuvo acompañando al equipo del que formó parte en todo momento, en las malas y en las buenas.
El primer y único golpe visitante llegó a los nueve minutos con el gol de Djuka. El delantero, 197 días después, acabó con su maleficio y fue capaz de mandar la pelota al fondo de la red. Lo hizo tras aprovecharse de un centro de Pedro Díaz al que no llegó Otero en primera instancia.
Con el 0-1, el Albacete reaccionó y tres minutos después igualó la contienda. Saque de esquina para los manchegos, cabezazo de Glauder (sin oposición) y Duba, muy atento, metió justo la pierna antes de la llegada de Cuéllar (1-1).
Con el paso de los minutos, los de Rubén Albés mejoraron sobre el verde y eso obligó al Sporting a dar un paso para atrás, lo que llevó a su condena. El 'pingüino' apretó a Cuéllar en un lanzamiento muy lejano y Maikel Mesa, en una pérdida de Cristo, anotó el segundo.
Olaetxea le robó la cartera al delantero, tocó para el propio Maikel Mesa y éste buscó a Duba. El hispanobelga puso la pelota en el área y el tinerfeño, con todo de cara, desató la locura en la grada. Ya se había firmado la remontada y a los locales les tocó gestionar la ventaja.
Tras la reanudación, el Sporting tenía que dar un paso al frente y lo dio, pero tardó más de la cuenta en hacerlo. Los asturianos se vieron obligados a tener la pelota porque su rival decidió entonces replegarse para intentar matar el partido al contragolpe.
Cristo González espabiló y dejó una gran jugada al irse de varios rivales, pero Djuka, que recibió el esférico, no consiguió colocarlo en la escuadra izquierda. Miguel Ángel Ramírez trató de hacer modificaciones al igual que su homónimo en el banquillo.
El Sporting no pudo hacer nada para agitar el encuentro y mover el marcador. Finalmente, el Albacete llegó a los 50 puntos y ya se puede permitir el lujo de soñar con conseguir un botín mayor. Por su parte, el Sporting continúa mostrando muchas carencias y veremos si esto lo arregla su técnico.