Un buen gol a la contra de Pozo bastó para que el Granada sacara un ajustado triunfo del feudo del Nàstic, que continuará una semana más como colista. El Granada, por su parte, recuperó el liderato a la espera del Alcorcón.
Los buenos jugadores se acostumbran a aparecer cuando sus equipos más lo necesitan. No siempre es así, pero la calidad suele hacer acto de presencia a menudo. Solo así se entiende la victoria del Granada en Tarragona, ante un Nàstic que por momentos fue superior al que se convirtió de nuevo en líder de Segunda.
Al Nàstic no le acompaña la fortuna, está claro. Enrique Martín no ha conseguido dar con la tecla y su equipo continuará una semana más colista, aunque se esboza cierta mejoría que puede ilusionar al Nou Estadi. A diferencia del Nàstic, el Granada lo tiene todo de cara. Hasta la suerte.
La primera gran ocasión del choque llegó en el bando visitante. Adrián Ramos no llegó a conectar el remate tras una buena jugada de Vadillo. Reaccionó el Nàstic por medio de un taconazo de Albentosa y un gol que terminó siendo anulado de Sebas Coris. Fueron los mejores momentos de un Nàstic que apretó de lo lindo.
Hasta que aparecieron Vadillo y Pozo. El primero montó un contragolpe sensacional, da gusto ver al extremo de nuevo a un nivel superlativo. Lo hizo todo, y todo bien. Hasta levantó la cabeza en el momento oportuno para servir a Pozo, que definió con claridad y tranquilidad para poner el 0-1.
Poco más pasó en una primera mitad que se esfumó entre los nervios locales. El Granada, tal y como ocurrió en Málaga, supo navegar a beneficio de corriente pese a los intentos del Nàstic. Javi Márquez, Manu Barreiro y Uche tuvieron las mejores del segundo acto, pero el marcador no se movió. El Granada suma y sigue, el Nàstic continúa hundido.