Minuto 94. Empate a 1 en el debut de la Leagues Cup con un Inter Miami en crisis. Leo Messi coge el balón, lo pone con mimo en el césped y marca de falta directa el 1-2. Así fue el estreno goleador del argentino.
Todo jugador sueña en su vida con debutar con el gol de la victoria. Más aún el hacerlo en prácticamente la última jugada del partido y que sirva para acabar con una mala racha. Todo eso lo hizo Messi.
En el estreno más esperado del año, con un Inter Miami que adolecía de un jugador tan determinante como el argentino, Messi se puso la capa de superhéroe para dar la victoria a los estadounidenses.
El argentino cogió el balón y a unos 25 metros de la portería, se preparó para lanzar con su zurda mientras toda la defensa de Cruz Azul estaba situada en su área, muchos de ellos en la barrera.
No le importó a Messi, que levantó el balón por encima de la barrera, a la que superó con facilidad, y puso el balón cerca de la escuadra de la portería defendida por Andrés Gudiño.