La polémica del pasillo ha envuelto a un 'Clásico' sin más alicientes que el honor y el morbo por imponerse al eterno rival. No habrá homenaje blanco al flamante campeón de Liga y por eso este sábado previo al choque es un buen día para echar la vista una década atrás.
Mayo de 2008. El Real Madrid se convierte en campeón matemático de Liga con una victoria en el Reyno de Navarra frente a Osasuna justo tres días antes del 'Clásico' de la jornada 36 en el Bernabéu. El Barcelona, viviendo una temporada para olvidar, aceptó rendir homenaje a los blancos en su casa.
Al frente del barco azulgrana, la leyenda Carles Puyol confirmó dos días antes del 'Clásico' que habría pasillo. Fue duro tanto para él, capitán, como para el equipo, pero el mítico '5' consideró que era lo que se debía hacer. "No nos gusta que estén celebrando el título, pero a la vez es una motivación para ganar el partido. No me gustará hacerlo, pero el Madrid se lo ha ganado en el campo y hay que reconocer al campeón", explicó el ex futbolista.
"Nosotros no hicimos bien las cosas. En Liga no hemos sido regulares y ellos han sido justos vencedores. No supimos aprovechar su bajón. No nos podemos quejar de la afición, nos apoyaron y entiendo como han reaccionado". Estas fueron las palabras con las que Puyol zanjó un tema candente sin dejar opción a réplica.
El pasillo, tal y como avisó el defensa, se realizó, dejando una imagen para el recuerdo. La celebración del recién campeón equipo blanco fue incluso mayor, ya que el partido acabó con una contundente victoria por 4-1. Raúl, Robben, Higuaín y Van Nistelrooy fueron los goleadores 'merengues', mientras que Henry, cerca del final, maquilló el marcador.
Puyol, que recibió este domingo un reconocimiento en San Mamés por su fidelidad a los colores azulgrana, antepuso los intereses de equipo y la afición a la deportividad que siempre le caracterizó. Este domingo, justo una década después, se volverá a jugar un 'Clásico' tras un alirón y no habrá reconocimientos.
Ambos bandos se acusan entre ellos. El Madrid considera que el Barça se saltó la tradición al no rendir homenaje al Madrid tras ganar un Mundial de Clubes. La afición azulgrana se lo ha tomado como un desplante para evitar una humillación. Sea como sea, lo único claro es que no habrá pasillo y que la deportividad en España decayó cuando Puyol dijo adiós al fútbol.