Sobre lo efímero y el fútbol. El Málaga, hundido, de Míchel, que ya no está, dejó sin título al Barça, líder destacado, gracias a Sandro, ahora en el eterno rival malaguista, y Jony, hoy en Segunda.
Todo eso se dio hace menos de un año. 11 meses, para ser más exactos. Los blanquiazules, con la llegada del ya ex técnico blanquiazul, pusieron la guinda a su resurrección sellando virtualmente la permanencia derrotando por 2-0 a los azulgranas.
El Barça renunciaba así a su última bala por el título liguero, un tren que se había ganado a pulso tras revivir la Liga con su victoria por 2-3 ante el Madrid en el último minuto. Pero tras tropezar ante el Dépor, terminó estrellándose en la Costa del Sol.
Los de Luis Enrique fueron testigos de la fiesta en la que se convirtió Martiricos. Ahora, casi un año después, sólo quedan los colores. Las dinámicas se han encargado de cambiar todo lo demás, al más puro 'estilo fútbol'...