Córdoba es una ciudad única y diferente, la más bonita de España y del mundo si me lo permiten. De hecho, la ciudad andaluza es la única que puede decir con orgullo que tiene cuatro bienes que son Patrimonio de la Humanidad: La Mezquita, el Casco Antiguo de la ciudad, la Fiesta de los Patios Cordobeses y el yacimiento arqueológico de Medina Azahara.
Lo mires por donde lo mires, la antigua capital del Califato Omeya tiene una enorme belleza y también en parte por el estadio que está ubicado en El Arenal, junto a la orilla del río Guadalquivir. No lo digo en sí por su estructura, ya que el recinto sigue sin estar terminado tras una fallida remodelación, sino por cómo se vive el fútbol dentro de él.
El aficionado blanquiverde vive con mucha pasión los partidos de su Córdoba, un equipo que hace prácticamente una década estaba en Primera División, en la máxima categoría del fútbol español. Una serie de catastróficas desdichas llevaron al club a la 4ª categoría en cuestión de 6 años: de la élite a Segunda, luego a Segunda B (la ahora Primera RFEF) y como colofón Segunda RFEF, de la que salió en el curso 2021-22 tras confirmarse su ascenso.
El conjunto andaluz está ahora navegando en Primera RFEF, con el gran objetivo de volver al fútbol profesional. Después de sufrir un patinazo frente al Castilla, el Intercity visita El Arcángel para complicarle la vida y lo hace con alguien muy especial. Se trata de Rafa Gálvez, jugador cordobés y cordobesista.
El cuadro alicantino se hizo con un jugador criado en la cantera blanquiverde que empezó como pivote defensivo y que ahora actúa como central. El futbolista regresa por segunda vez a la que fuese su casa tiempo atrás. La primera y única puesta en escena hasta el momento como rival data de hace 6 años, en una derrota frente a su ex equipo con la camiseta del Albacete (1-0).
Será un partido lleno de emoción para un futbolista que tiene el honor de haber ascendido con el Córdoba B y con el primer equipo, y todo esto en cuestión de 10 meses. Hay que resaltar que con el filial califal subió a Segunda B en los despachos un 6 de agosto de 2013, tras confirmarse el descenso del Xerez CD por impagos.
El conjunto entrenado por aquel entonces por Pablo Villa se quedó a las puertas de la final del 'play off' por culpa del Granada B, que hizo bueno el valor doble de los goles para avanzar de fase (1-0 y 2-1). Tras confirmarse el ascenso administrativo, la oportunidad de Gálvez llegó en la primera plantilla.
El cordobés debutó un 11 de septiembre de 2013 en un Córdoba-Deportivo de Copa del Rey, un partido agridulce porque los blanquiverdes quedaron eliminados por el valor doblete de los goles (2-2). Pablo Villa, que también dio el salto a los mayores, le fue metiendo en la dinámica y jugó 5 partidos ligueros (todos ellos saliendo desde el banquillo), con una asistencia incluida.
Los vaivenes del equipo llevaron a un cambio de entrenador y la llegada del Chapi Ferrer supuso el cierre a las puertas del primer equipo y su regreso al filial. Lo curioso es que Gálvez no estuvo en la tarde histórica del 22 de junio de 2014 en Las Palmas, un día que quedará en las memorias del cordobesismo, pero él es tan merecedor como cualquier otro de un ascenso a Primera 42 años después.
No tuvo la suerte de poder jugar en la élite con su Córdoba, algo que finalmente hizo con el Elche la temporada siguiente (la 2014-15). El destino ha vuelto a cruzarle con el conjunto blanquiverde, del que siempre tendrá buenas palabras y del que siempre será hasta el final de sus días.