Juan Carlos Ramírez, presidente del Hércules, ha exigido hoy, en rueda de prensa, una reunión urgente con los dirigentes de la Agencia Tributaria para conocer si aceptan su plan de pago ya que indicó que hasta que no tenga respuesta la entidad de encuentra con la manos atadas en su planificación.
El máximo dirigente del Hércules presentó hace tres semanas un plan de pago a la deuda de 4,2 millones de euros que mantiene con Hacienda que consistía en el abono al contado de dos millones y garantías inmobiliarias por valor del resto sin que haya recibido respuesta de la administración.
"Estamos con las manos atadas a la espera de esa respuesta. El tiempo se echa encima y he pedido una reunión personal con la máxima responsable, pero no he tenido respuesta", explicó Ramírez, quien amenazó con dimitir y llevar el club a la liquidación si no se aprobaba su plan.
Ramírez explicó que el Hércules, entre IVA, IRPF y modelo 115, ha pagado 4 millones de euros desde 2013 a Hacienda y que su deuda es de 26 millones.
"Si no sacamos esto adelante el Hércules desaparecerá y ni Hacienda ni los acreedores van a cobrar. Lo único que pido públicamente es que me reciba, aunque sea 10 minutos, para saber qué hacer", insistió Ramírez.
El presidente reiteró que quiere que se le atienda "para saber si hay una mínima posibilidad" de viabilidad del club y recordó que el Hércules es un "contribuyente" y una institución en Alicante "con casi cien años de historia que se merece una respuesta".
"No puedo firmar entrenador, ni jugadores, ni nada y el tiempo se echa encima", lamentó el dirigente, quien pidió que no se vea su solicitud a Hacienda como "una postura de fuerza, sino de necesidad".
"Si no hay contestación la semana que viene arrojaré la toalla", comentó el presidente del Hércules, quien está dispuesto a avalar personalmente con su patrimonio la deuda del club alicantino.
"No le pido una quita, solo que me dé tiempo para pagarle y además avalo las cantidades", explicó.
"Quiero oír: váyase que no hay nada que hacer para decidir qué hago porque es muy duro dejar caer esto sin que nadie te diga nada", insistió Ramírez, quien echa en falta en su lucha un apoyo más contundente pro parte de la clase política alicantina y de la ciudadanía.
"Hay quién está quietecito sin mover un dedo y esto hay que sacarlo entre todos", aseguró el máximo dirigente del Hércules, quien anunció que hasta que no sepa cómo queda el pago de la deuda con Hacienda no se plantea entrar en la subasta de las acciones del club.
"Si no tengo las acciones no pago un euro a nadie", apostilló Ramírez, quien dijo que si hay otra persona capacitada para solucionar los problemas del Hércules "le doy ya las llaves del club si ofrece garantías".
"No quiero que pase como en una ciudad vecina (Elche) que llegó uno que decía pongo y pongo y luego no tenía donde caerse muerto", indicó en alusión al empresario Juan Anguix.
Ramírez también aclaró que nunca ha pretendido comprar la plaza de un club de Segunda División, aunque sí admitió que empleados del club alicantino escucharon ofertas de intermediarios, en referencia a La Hoya de Lorca.