Ramiro Guerra, a sus 22 años, atraviesa la etapa más dura de su carrera, tras una temporada en la que apenas ha disputado tres partidos y en la que no ha podido ayudar al Nàstic de Tarragona en su lucha por la permanencia en la Segunda División.
En total, son tres las lesiones que ha sufrido el centrocampista cedido por el Villarreal, y bien repartidas durante el curso, lo que le ha obligado a ser una baja continua prácticamente para los entrenadores que han pasado por Tarragona.
El último, Enrique Martín, que le alineó de inicio en dos ocasiones, ante Málaga (jornada 31) y contra Sporting (jornada 35). Precisamente, ante los asturianos tuvo lugar su último contratiempo físico, una dolencia en el bíceps femoral derecho que le dejará fuera hasta final de curso.
El Nàstic sabe que es un gran jugador, pero las lesiones no le han respetado para dar rienda suelta a su fútbol. Habrá que esperar hasta verano para saber cuál será el próximo paso de Ramiro Guerra, que volverá al Villarreal y allí decidirá su futuro.