Cuando uno piensa en Franco, a la mente viene la imagen del menudo dictador. Franco y fútbol prácticamente equivalen a las 'Champions en blanco y negro' del Madrid. Pero hubo otro franco, su hermano mayor Ramón, que era un reconocido fan del Barcelona.
Es un hecho que ha pasado casi desapercibido a la historia. Francisco Franco tenía un hermano, Ramón. Un hermano cuya fama le viene por haber sido el primer español en cruzar el Atlántico por avión y poco más.
Tenía cuatro años menos que el dictador, y una personalidad completamente opuesta. Mientras Francisco era tradicional, Ramón era bastante más laxo, definido incluso como juerguista y rebelde por algunos historiadores.
De hecho, no se caían demasiado bien. Francisco no le dio cuerda nunca, y en cuanto tuvo oportunidad, le borró del mapa, como hizo tantas veces con otros posibles 'rivales' durante los traumáticos años de la Guerra Civil.
El caso es que Ramón Franco, tras realizar la hazaña de cruzar el Atlántico en el hidroavión 'Plus Ultra', abandonó la vida militar y se metió a político.
Sí, Ramón Franco, el hermano menor del dictador, metido a política. Y fue elegido en las elecciones de 1931, representando nada menos que a Esquerra Republicana de Catalunya. Toma ya.
En esos tiempos era habitual ver a Ramón en el palco de Les Corts, el histórico campo donde jugaba entonces el Barcelona.
Sin embargo, su prometedora carrera política pronto entró en un callejón sin salida. El gobierno de Lerroux le 'exilió' a la embajada española en Estados Unidos, el equivalente del Siglo XX a mandar a alguien a gobernar las Filipinas, y la sublevación de su hermano le pilló bien lejos.
Se mantuvo fiel a la República, pero un desencuentro con el presidente Azaña le hizo cambiar de bando. A fin de cuentas, su hermano mayor era quien cortaba el bacalao entre los sublevados. ¿Qué podría salir mal?
A Ramón le pasó lo que a otros tantos posibles rivales de Francisco Franco en su carrera por hacerse con el control de España. Ir en avión era un verdadero riesgo en aquellos tiempos. Que se lo digan a Mola o Sanjurjo.
Ramón siguió su camino: un inexplicable accidente acabó con su vida en 1938. Un experimentado aviador, el héroe nacional que cruzó el Atlántico en hidroavión, sufrió un accidente cuando su hidroplano viajaba desde las Baleares para bombardear Valencia. Qué casualidad.