El Real Valladolid recupera la máxima categoría un año después

Sergio Álvarez hace 30 días 18.1k
El Real Valladolid recupera la máxima categoría un año después. BeSoccer

El conjunto blanquivioleta certificó su retorno a Primera División en una penúltima jornada en la que se impuso al Villarreal B y se benefició de la derrota del Eibar en El Molinón. Paulo Pezzolano, el mismo hombre que no logró evitar el descenso en 2023, ha sido el artífice del ascenso pese a haber estado discutido por la afición durante prácticamente toda la temporada.

El Real Valladolid de Ronaldo vuelve a ser equipo de Primera División. Como ya sucedió tras el descenso de 2021, el conjunto blanquivioleta ha recuperado la máxima categoría por la vía rápida, aunque después de un año que no ha sido sencillo en el Nuevo José Zorrilla. Los pucelanos arrancaron mal la temporada e incluso se vieron inmersos en los puestos de descenso después de un deficiente arranque, tras el que reaccionaron para finalizar la primera vuelta en la zona alta.

Un nuevo bajón en el comienzo del último semestre de la temporada estuvo a punto de costarle el puesto a un siempre discutido Paulo Pezzolano, quien vivió desagradables episodios de enfrentamientos con la afición durante prácticamente todo el año. Por suerte para la familia blanquivioleta, seguidores y entrenador enterraron el hacha de guerra en un epílogo del curso en el que el Real Valladolid fue el equipo más regular de la categoría.

A pesar de tener perdido el golaverage con gran parte de los equipos de la zona alta, el caudal de puntos sumado en las últimas jornadas le permitió al Real Valladolid albergar alguna opción de ascender directo a Primera División tras esta penúltima jornada. Para ello, los de Pezzolano tenían que ganar al Villarreal B y debían esperar una derrota del Eibar en la visita de los 'armeros' al Sporting de Gijón. Los resultados acompañaron a los castellanos, que volverán a jugar entre los grandes en la 2024-25 después de este año en el infierno.

Rendimiento simétrico

Los de Paulo Pezzolano han calcado su rendimiento en las dos vueltas del campeonato. Atraversaron una importante fase de dudas en el comienzo de ambas para terminar ofreciendo su mejor cara al final de las mismas. A la victoria por 2-0 sobre el Sporting de Gijón en la 1ª jornada del campeonato le sucedieron 4 resultados muy malos, con lo que el Real Valladolid se plantó en la 6ª jornada en descenso y con su técnico más que cuestionado.

El Cartagena sucumbió en Zorrilla por 1-0 y a partir de entonces los pucelanos pillaron una velocidad de crucero que les permitió entrar en puestos de 'play off' por primera vez tras la 10ª jornada. Desde entonces, el equipo del Nuevo José Zorrilla nunca cayó más abajo de la 7ª posición, aunque tampoco tuvo la chispa necesaria como para despegarse en la zona alta de la tabla.

La primera vez que los del técnico uruguayo estuvieron en ascenso directo fue en la 19ª jornada. Entonces, pese a un calendario favorable, volvieron las dudas, ya que el Real Valladolid descendió hasta la 3ª posición justo al llegar al ecuador del campeonato. Al enlazar 5 jornadas con una única victoria, los blanquivioletas cayeron de nuevo al 7º lugar en la 22ª fecha.

El Real Valladolid se mantuvo entre el 4º y el 7º puesto en unas 10 jornadas siguientes que tuvieron una tónica muy marcada: ganaba en casa con relativa solvencia y caía fuera de su feudo ofreciendo una mala imagen. Por ello, el puesto de Pezzolano volvió a correr peligro antes de la visita del Eibar en la 32ª, resuelta con un 3-1 a favor de los pucelanos que tampoco dejó satisfecha a la hinchada, ya que los 'armeros' se habían quedado con un hombre menos y el Real Valladolid no buscó igualar el golaverage después de haber caído por 5-1 en Ipurua.

Una vez salvado el 'match-ball', el puesto de Pezzolano no volvió a correr peligro, ya que el Real Valladolid no perdería más desde la 31ª jornada e iría superando a todos sus rivales para auparse al liderato por primera vez en la 2023-24 en la 39ª. Aunque lo cedió en la 40ª con un 1-1 en la visita al Alcorcón, el fin de fiesta fue perfecto para el equipo castellano con la consecución del ascenso.

Los nombres propios del curso

Línea a línea, Jordi Masip, capitán del equipo, volvió a superar a sus rivales por la titularidad y terminó siendo el guardameta más utilizado por Paulo Pezzolano. El catalán, que estuvo entre los menos goleados de la categoría, tuvo que cederle el puesto al brasileño John Victor durante bastantes jornadas, pero el ex guardameta de Internacional terminó regresando a su país para reforzar a Botafogo por su deficiente rendimiento en el fútbol español.

Lo mismo que a John Victor le ocurrió a Gustavo Henrique, uno de los teóricos fichajes estrellas de esta temporada. Llegado del Fenerbahçe, el central disputó 12 partidos ligueros antes de marcharse traspasado a Corinthians como una gran decepción. Por tanto, Luis Pérez, en el costado derecho, y Sergio Escudero, en el izquierdo, se convirtieron en los pilares de la defensa junto a Boyomo. El puesto de acompañante del camerunés lo tuvo David Torres en el primer semestre y lo heredó César Tárrega tras llegar en el mercado invernal del filial del Valencia. También tuvo una notable presencia Lucas Rosa como suplente polivalente y Lucas Oliveira, fichado en invierno, acabó contando con minutos en partidos importantes.

En la línea media, Monchu, indiscutible toda la temporada, ha sido el gran pilar de un Pezzolano que también ha utilizado bastante a Meseguer. En el puesto de pivote defensivo empezó brillando Juric, pero el uruguayo le relegó a la suplencia para dar minutos a César de la Hoz y ha terminado utilizando en ese lugar del campo al defensa Lucas Oliveira. Anuar, cuando le han respetado las lesiones, también ha sido un jugador muy utilizado por el preparador, que igualmente ha empleado en ocasiones allí a Iván Sánchez.

Finalmente, en la delantera, el Real Valladolid ha echado en falta algo más de gol. Sylla fue el futbolista que en más oportunidades encabezó el ataque pucelano hasta que empezaron sus problemas físicos. Le relevó Negredo, en tanto que Marcos André, que se pasó gran parte de la campaña lesionado, fue el otro delantero centro del equipo. Ivan Cedric comenzó como titular pero acabó relegado al ostracismo por problemas extradeportivos. Por último, en los costados del ataque, el Real Valladolid ha tenido el desequilibrio de Raúl Moro y Amath Ndiaye, este llegado en el mercado invernal. El croata Biuk también estuvo a buen nivel al igual que el canterano Sala. Kenedy, por contra, fue la gran decepción del equipo. Se esperaba que fuera diferencial, pero solo tuvo un buen partido, en Santander, en el que se echó a la espalda al equipo; en el resto, estuvo a años luz de lo que su calidad presupone.

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