Estados Unidos se proclamó campeón de la Copa Oro tras vencer en la prórroga a México con un gol de Robinson. Ambos equipos dieron todo en el terreno de juego y cualquiera de los dos pudo ser el justo vencedor.
La Copa Oro llegó a su fin. México y Estados Unidos se citaron en la gran final para dictaminar al nuevo equipo que recogería el cetro de esta competición. Un partido de ida y vuelta en el que cualquiera fue digno merecedor de del triunfo final.
Los primeros compases del juego evidenciaron que el que quisiera vencer tendría que sudar la gota gorda. Y así fue. El combinado del las 'barras y las estrellas' comenzó con una marcha más, aunque ni por asomo eso significó que el 'Tri' no iba a generar peligro.
Ambos conjuntos comenzaron con una intensidad bestial, con numerosas ocasiones en las dos áreas y que hicieron intervenir a los guardametas. Un Pineda 'on fire' y Funes Mori trajeron de cabeza a la defensa estadounidense, que resistió como pudo.
No obstante, Estados Unidos no fue menos y tanto Arriola como Williamson tuvieron el primero en sus botas. Sin embargo, el arreón de anfitriones del torneo fue rápidamente contrarrestado. Esto hizo que, tras unos verdaderos 15 minutos de infarto, el dominio quedase en un solo equipo.
Funes Mori desafió a Turner y este no le cedió terreno. Aztezca y 'yankee' dejaron sobre el terreno de juego una auténtica exhibición de destrezas y potencial. Aun así, el electrónico siguió sin moverse.
El bombardeo no cesó en ningún momento y las ocasiones fueron ya incontables para ambas escuadras. Pareció como si se tratase de un auténtico tira y afloja, donde cada conjunto sacó sus mejores armas, pero donde el rival se defendió de manera imperial.
Tras una primera mitad trepidante, el colegiado mandó a la caseta a los 22 protagonistas de esta peculiar batalla que libraron sobre el césped.
Si alguien pensó que el segundo acto iba a cambiar el guion de la novela, estaba totalmente equivocado. Sin aventurarse a dictaminar a un verdadero dominador, las dos selecciones siguieron sumando ocasiones sin que nadie rompiese el hielo en cuanto a goles se refiere.
Los pupilos del Tata Martino comenzaron a condenar su falta de suerte, ya que en innumerables ocasiones el balón pudo colarse al fondo de la meta defendida por Turner. Aunque sus homólogos al otro lado del campo tampoco estuvieron mucho más finos de cara a portería que ellos.
Todo hizo vislumbrar que el nuevo rey de la CONCACAF se decidiría, al menos, en el tiempo extra. Y aunque la cabeza siguió queriendo marcar el tanto que acabase con todo, las piernas y el cansancio comenzaron a desafiar las órdenes.
En la vida, como en el fútbol, hay que creer. Arriesgar y jugar tus cartas aun con la posibilidad de caer en el intento. Aunque eso no te garantice las posibilidades de éxito, hay que intentarlo.
Estados Unidos, en una jugada aislada y con la bocina a punto de sonar, consiguió el premio del gol. Todo el país elevó a Robinson para que cazase ese centro desde la izquierda y con un testarazo imperial mandó al fondo de la red todas las ilusiones de los aficionados 'yankees'.
Berhalter dio una lección de humildad y con un equipo prácticamente nuevo, joven y con ganas de triunfar se coronó como el nuevo rey de la CONCACAF.