Roto el yugo, llegó la liberación

Cinco jornadas eran demasiadas para no haber sonreído una sola vez en la vuelta al fútbol profesional. Pero ya mira hacia arriba el Racing de Santander, que firmó su mejor partido de la todavía corta temporada.

Quiso el Racing más y así se demostró no solo en el marcador, sino también en todos los balones divididos. Y es que el cuadro santanderino tenía hambre de puntos y gol para agradecer el apoyo a su afición.

No comenzó mal el Mirandés, pero la lesión en el tramo inicial del partido de Merquelanz le cambió el paso. A partir de entonces dominó el Racing, que no perdonó en ninguna ocasión que tuvo.

Nuha demostró por qué fue uno de los grandes goleadores en el Atlético Baleares. Dos zarpazos suyos en la primera mitad, con dos errores en la salida de balón, permitieron respirar a un Racing de Santander hambriento.

Cada balón que llegaba a la defensa del Mirandés era un suplicio para el conjunto visitante. Y es que los errores anteriores pusieron incluso más nerviosa a la defensa, que quería quitarse el balón de encima.

Mejoró el Mirandés tras la salida de vestuarios, pero la losa era demasiado grande. El Racing de Santander buscó sangre y la encontró. Si en la primera parte fue Yoda, en la segunda apareció David Rodríguez.

El delantero fue el encargado de dar la puntilla al Mirandés con un disparo raso y cruzado al que Joao Costa no pudo llegar. Con los dos delanteros mojando, Ivan Ania estuvo feliz en el banquillo.

Se terminó de sumar a la fiesta Yoda. El ex jugador del Getafe y el Reus, entre otros, cabeceó en el primer palo una falta lejana puesta por Lombardo, que se convirtió en una tortura para los laterales.

El Sardinero celebró la primera jornada intersemanal de Segunda División con una victoria contundente y balsámica del Racing ante un Mirandés que se queda con cinco puntos en el casillero.