Nueve horas de ida y nueve horas de vuelta en avión. Un viaje de 18 horas sufrió el Rubin Kazan para caer derrotado frente al SKA-Khabarovsk merced a un tanto de Ramazan Gadzhimuradov.
En Rusia, el país con más superficie del mundo, es habitual que los equipos tengan que realizar grandes viajes incluso para disputar un encuentro de competición nacional. Como, por ejemplo, la Copa Rusa.
El Rubin Kazan, que no hace demasiados años acostumbraba a recorrer el Viejo Continente para medirse a clubes de la talla del Barcelona o Inter de Milán, entre otros, en la Champions League, vivió una situación parecida frente al SKA-Khabarovsk.
Los de Leonid Slutski sufrieron -no se le puede llamar de otra manera- nueve horas de vuelo para medirse al cuadro de la Segunda División del fútbol ruso y perder por la mínima merced a un tanto de Ramazan Gadzhimuradov.
¿Y qué le espera ahora al Rubin Kazan? Pues otras nueve horas de vuelo para volver al país casanense. En total, 18 horas de avión para ser eliminado de la Copa Rusa por un equipo de una categoría inferior.