Ruina romana

Sergio Álvarez hace 6 años 56.8k
La Roma dejó al Barça sin las semifinales. AFP

El Barcelona cae eliminado de manera bochornosa de la Champions League después de perder por 3-0 en suelo italiano en un choque en el que los azulgranas prácticamente no pasaron del centro del campo.

Otra vez en cuartos. El Barcelona volvió a las andadas en la Champions League y firmó el peor partido de la temporada para caer eliminado de los cuartos de final de la competición europea. Los de Valverde se encontraron con un equipo romano que lo quiso más y que creyó siempre en sus posibilidades a pesar del 4-1 de la ida.

Dicen que las remontadas se consiguen con una mezcla de fe inquebrantable, acierto y miedo del rival. Y el Olímpico de Roma se convirtió en este 10 de abril en una coctelera que obtuvo el brebaje perfecto para los italianos y una suerte de elixir venenoso que acabó cortando la racha inmaculada del Barcelona en Europa. En el peor momento.

Un año más, por tercera campaña consecutiva, los azulgranas tendrán que seguir desde casa las dos últimas rondas de la máxima competición de clubes en Europa. Y lo peor es que lo merecieron y no dieron sensación de poder cambiar su sino a lo largo de 90 minutos que empezaron siendo un trámite y acabaron por ser una agonía que ya forma parte de la historia del club.

Arde Roma

El choque de contrastes se vivió desde el inicio en la ciudad eterna. Si en Barcelona costó que se llenara el Camp Nou por la entidad del rival, en Roma la afición convirtió el campo en una caldera que echó a arder casi una hora antes del inicio del partido.

La gasolina para semejante hoguera fue el gol de Dzeko, que cayó, ironías de la vida, como un jarro de agua fría para el Barça cuando aún no se habían cumplido seis minutos. De Rossi dibujó un pase a la espalda de la defensa y ni Jordi Alba ni Umtiti se enteraron de la película hasta que el balón ya besaba las redes.

El tanto transformó el respeto a los italianos en miedo. Y el Barcelona se convirtió de repente en el PSG de la pasada campaña. Los síntomas de pánico eran evidentes, pues cada parón en el juego correspondía con una excesiva pérdida de tiempo en el Barcelona. Ver para creer, un Barça que se dedicaba a perder el tiempo y se enfocaba exclusivamente a defender.

Con Schick perdonando la indolencia de los azulgranas y con Dzeko tocado por una varita divina, el primer tiempo se consumió sin un solo acercamiento peligroso azulgrana al área de Alisson. Nada de Luis Suárez, nada de Messi... y absolutamente nada de un Iniesta completamente anulado y que vagó por el centro del campo del Olímpico sin poder aportar ni una solución.

1-0 y gracias

Ante tal avalancha, el Barcelona tuvo que dar las gracias de irse sólo 1-0 abajo en el marcador, pues los italianos merecieron una mayor ventaja después de su excelente primera mitad. Con el choque cada vez pareciéndose más al 3-0 de Turín de hace exactamente un año, desapareció hasta Valverde, que no supo ofrecer soluciones desde el banquillo hasta que fue demasiado tarde.

La segunda mitad comenzó casi igual que terminó la primera, con la Roma embotellando al Barcelona en su área. No tardaría en llegar el 2-0, anotado por De Rossi tras un penalti muy claro de Piqué a Dzeko, y el conjunto azulgrana empezó a saber entonces que su suerte ya estaba echada.

Un cabezazo de De Rossi y un remate de El Shaarawy que no fue gol de verdadero milagro prolongaron la agonía del Barcelona, pero el 3-0 acabaría llegando cuando Di Francesco había quemado todas sus naves y no había mucho margen de reacción.

Centró un córner Kolarov y peinó a la red solo, sin oposición, Manolas, que para colmo azulgrana acabaría convirtiéndose después en protagonista en la otra área, sofocando los últimos estertores de un Barcelona que no pudo crear peligro ni a la desesperada.

Entraron Dembélé y Alcácer con la misión de ser los héroes, pero el Barça, ya sin tiempo ni fuerzas, fue incapaz de conseguir salvar los muebles en las últimas acciones del partido. El milagro, mucho antes, había sido cosa de otros.

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