Día negro en Dortmund. El Borussia vio cómo, en un duelo en el que estaba prohibido fallar, su capitán acabó en la calle por una peligrosa e innecesaria entrada que dio paso al 1-3 para el Schalke 04.
Ocurrió nada más alcanzarse la primera hora de partido. En cinco minutos, el Borussia Dortmund pudo haber tirado a la basura todo el trabajo de un año en la Bundesliga, ya que, a antes de comenzar el partido, el Bayern aventajaba en un punto al Borussia (quedando solo doce por disputar).
Con 1-2 en el marcador, Marco Reus fue expulsado mediante una roja directa por una entrada muy peligrosa. El capitán del Borussia entró por detrás y con dureza en una intervención que no era de vida o muerte. Fue una roja que pudo haberse evitado perfectamente.
El árbitro no lo dudó dos veces, pues Marco pudo haber lesionado a su rival, ya que impactó con los tacos de su bota en el tobillo del jugador del Schalke 04. Fue una expulsión directa y el Borussia se quedó con diez.
Para más desgracia del equipo alemán, Caligiuri marcó aprovechándose del libre directo señalado, colocando así el 1-3. Además, en el 66', poco más de cinco minutos después de la expulsión de Reus, Wolf también fue expulsado y el Borussia se quedó nueve jugadores y dos goles por debajo.
Los locales no pudieron levantar cabeza, aunque lo intentaron. Witsel puso un esperanzador 2-3 en el marcador a cinco minutos del final, pero segundos después, Embolo volvió a abrir brecha. Si gana el domingo el Bayern, serán cuatro puntos los que les distancien... con solo nueve en juego.