Se esperaba que el Colón-Vélez fuera intenso, y la hinchada del cuadro local no defraudó. De hecho, se excedió en la forma de dar color al duelo.
Nada más comenzar el partido arrojaron un petardo al área que ocupaba Rigamonti, el portero rival. El artefacto le estalló al arquero a unos cinco metros, y el encuentro continuó sin problemas.
El partido se paró unos instantes para que Rigamonti fuera atendido, y el arquero de Vélez pudo continuar sin problemas.
El colegiado del partido entonces hizo un gesto a la grada. Ni uno más iba a permitir. Si se volvía a lanzar otro petardo, el encuentro sería suspendido de inmediato.
Queda por ver si esta suspensión es temporal, y el encuentro se reanudará hoy, o si queda aplazado de forma definitiva. Merlos, colegiado del encuentro, ha alegado la suspensión por falta de garantías.