Son, tu país te necesita
Otro contratiempo para el Tottenham. Heung-min Son podría tener que ausentarse nada menos que dos años para cumplir con el servicio militar obligatorio que se impone a los jóvenes de Corea del Sur.
Aunque las dos Coreas están técnicamente en paz, nunca firmaron un acuerdo como tal. Toleran la existencia la una de la otra gracias a un frágil alto el fuego, y la tensión fronteriza es por momentos insoportable.
Por eso Corea del Sur tiene implantado un servicio militar obligatorio para todos los jóvenes menores de 28 años. Dependiendo de la rama del ejécito a la que sea asignado, el joven surcoreano llamado a filas podría pasar entre 21 y 36 meses ausente de la vida civil.
Y Corea es muy estricta en este sentido. Librarse de la 'mili' es una quimera, y muy pocos privilegiados pueden presumir de haber esquivado el servicio militar.
Uno de los modos habituales de esquivar esta bala es ser un deportista de élite con éxitos relevantes para el deporte surcoreano. Y el gobierno del país no le vale con que seas una de las estrellas del Tottenham.
A Son parece que sólo le salvaría un buen papel en el Mundial de Rusia, en el que Corea del Sur ha sido encuadrada en un 'grupo de la muerte' con Alemania, México y Suecia.
Tendría otra opción, los Juegos Asiáticos de agosto de este año, en los que Corea del Sur defiende el título. Faltó a la cita de hace cuatro años porque el Bayer Leverkusen no le dio permiso, y el Tottenham podría no hacerlo tampoco porque supondría perderse casi un mes de competición. Aunque quizá acepte, ya que es mejor perderle un mes que dos años.
No es el primer futbolista que su país llama a filas. El también surcoreano Sung-yong Ki tuvo que abandonar el Swansea para ir a Corea del Sur a realizar el servicio militar, y el Albacete perdió al israelí Ness Zamir por la misma razón.
En el fútbol español era habitual que los futbolistas hiciesen la 'mili', como se denominaba al servicio militar obligatorio en España, en la localidad más próxima a la del equipo en el que militaban.