Corea del Sur abrió el marcador a los cuatro minutos gracias a un penalti que transformó Kang In Lee. Sin embargo, el tanto asiático fue un espejismo que Ucrania se encargó de remontar a lomos de Supriaha, erigido como el héroe local en Polonia para conquistar el Mundial Sub 20.
Apenas habían transcurrido cuatro minutos, cuando un pisotón inoportuno de la zaga ucraniana brindó a Kang In Lee la oportunidad de abrir el marcador. No falló el delantero del Valencia, que engañó a Lunin con un disparo cruzado con su zurda excelsa.
El 0-1 cayó como un jarro de agua fría en la hinchada europea, que llegaba a la final del Mundial Sub 20 tras firmar un campeonato prácticamente perfecto. El tempranero tanto asiático desestabilizó a su rival, dinamitando la hoja de ruta trazada hacia el título en Polonia.
Merced al paso de los minutos, el ansia por empatar se fue apoderando de los ucranianos, que atacaban con más fe que orden o criterio. Mientras tanto, Corea del Sur se limitaba a gestionar su renta esperando un despiste defensivo para buscar el 0-2 con su velocidad al contragolpe.
Sin embargo, un cúmulo de errores defensivos de los coreanos acabó con Supriaha controlando el balón dentro del área rival. El delantero del Dinamo Kiev, que no había marcado todavía en el torneo, se giró y fusiló a Lee Gwang Yeon, abriendo la caja de Pandora en Polonia.
El empate no hizo si no trasladar el nerviosismo de bando y era ahora Corea del Sur quien sufría para contener a su rival. La vulnerabilidad exhibida en el gol mostró las costuras del combinado asiático, acomplejado por el ímpetu de los ucranianos espoleados por el 1-1.
El paso por vestuarios sirvió al los asiáticos para templar la angustia, pero Ucrania no dio ni un minuto de tregua y sostuvo el asedio con el que terminó el primer tiempo. Aunque no contaban todas sus embestidas por ocasiones, el peligro merodeaba en Polonia.
No se había alcanzado la primera hora de juego, cuando Konoplia filtró un balón en profundidad para que Supriaha, que envió a la red de nuevo el balón. El 2-1 instauró el pánico en Corea del Sur, que ya no tenía que defender la renta que se encontró a los cuatro minutos.
Presos del resultado, los equipos intercambiaron sus roles y Ucrania pasó a defender para esperar al contragolpe. La urgencia, cruel aliada del éxito, acabó con un mazazo de Tsitaishvili. El extremo ucraniano sacó a relucir su potencia física para sortear a sus marcadores en carrera y fusilar las pocas opciones que conservaba Corea.
Ucrania trituró la ilusión de Corea del Sur, eclipsando a un Kang In Lee que apenas apareció para materializar la pena máxima. Un doblete de Supriaha y Tsitaishvili firmaron el título que les corona como campeones del mundo Sub 20 en Polonia.