Mucho le ha cambiado a Isco la vida desde agosto de 2013, cuando debutó con la camiseta del Real Madrid y puso en pie al Bernabéu. Su primera víctima fue el Betis, el mismo equipo al que se enfrentan los blancos este fin de semana.
Un día inolvidable en la carrera de Isco Alarcón. El debut soñado para muchos. El de Arroyo de la Miel demostró de lo que era capaz en su primer partido con la camiseta blanca. Desbordó como si estuviera en una plaza y dejó boquiabiertos a muchos.
Agosto de 2013. Isco hacía su puesta de largo con el Real Madrid en el primer partido liguero frente al Betis, una prueba de altura en el Santiago Bernabéu. Y no pudo ir mejor. El ahora '22' blanco puso el gol de la victoria en los minutos finales y se metió a la afición en el bolsillo.
Pero mucho ha cambiado la vida del malagueño desde entonces. Con muchos altibajos, se convirtió en pieza fundamental para Ancelotti y Zidane y se ganó un hueco en el corazón del madridismo.
Fue fundamental en las cuatro Champions Leagues que ha conseguido el equipo en los últimos cinco años, pero ahora se encuentra en una situación bastante delicada. La llegada de Solari al banquillo no le ha sentado nada bien.
El argentino lo ha dejado en un segundo plano y hasta la afición parece haberle dado la espalda. Sus escasos minutos hacen pensar que podría estar viviendo sus últimos meses, semanas o días en el club.
Y este domingo volverá a verse las caras con el Betis. A Isco siempre se le ha dado bien el conjunto verdiblanco en los últimos años. Contra los andaluces empezó a escribir una historia que está teniendo un final trágico.