El Manchester United comenzó de forma inmejorable la final de la FA Cup ante el Manchester City. Los 'red devils' se pusieron por delante en el marcador en el minuto 30 y de forma casi inesperada. Josko Gvardiol, con todo a su favor, cometió un error y entregó la pelota, de cabeza, a Garnacho que, totalmente solo, solo tuvo que empujarla para colocar el 0-1 en el marcador.
Con la Premier League ya finalizada y con el Manchester City como flamante campeón, la emoción del fútbol inglés se centró en la final de la FA Cup, donde Manchester United y 'citizens' pugnarían por el título copero en Wembley.
El comienzo estuvo muy disputado, aunque una cosa se pudo apreciar desde los primeros compases: la defensa del conjunto dirigido pro Pep Guardiola hacía aguas y estaba sufriendo ante las acometidas de su rival. Así, el United asestó el primer golpe del partido en el minuto 30.
En un balón en largo y sin apenas peligro para el City, Gvardiol, con todo a su favor, cometió un error imperdonable. El central croata tocó de cabeza el esférico y este sobrepasó a ortega, que ya había iniciado su salida. Esto propició que Garnacho, totalmente solo y sin oposición, marcase el 0-1 a placer.
Pese a ello, la defensa del Manchester City siguió haciendo aguas. Apenas 9 minutos después, los 'red devils' volvieron a aumentar su ventaja en el marcador. Garnacho recibió el balón escorado a la derecha y el argentino jugó con Bruno Fernandes en el interior del área. Este, de primeras, vio el desmarque de Mainoo, que le comió la tostada a Walker y al segundo palo colocó el 0-2 en el marcador.