Un fichaje... imposible

Adrián Becerra hace 4 años 8.6k
Rodrigo seguirá en el Valencia. EFE

Rodrigo vive en una montaña rusa. El delantero continuará en Valencia, pero su temporada está siendo para no dar pie con bola. Estuvo a un paso del Atlético, continuó en Mestalla y ahora se ha vuelto a quedar otra vez con la miel en los labios. Un fichaje que se hace imposible.

Rodrigo está lejos de los números que él mismo firmó en la pasada temporada y no es para menos después de todo lo que le ha ocurrido en los últimos seis meses. El delantero anda desconcertado después de que haya tenido que decir adiós a dos fichajes que iban a ser importantes para su carrera.

Todo comenzó cuando Simeone pidió a un delantero en la recta final del mercado de verano y el Atlético se puso las pilas. Hasta Peter Lim autorizó la operación por Rodrigo y el club rojiblanco estaba dispuesto a pagar alrededor de 50 millones de euros por el atacante.

Todo iba por el mejor de los caminos y Rodrigo se despidió de sus compañeros y del técnico Marcelino García Toral, además de recoger todas sus cosas de Mestalla. En Madrid, la operación se torció en las últimas horas debido a que el Atlético no pudo hacerle hueco tras complicarse la salida de Correa y Rodrigo se vio en la obligación de volver a Mestalla.

Fueron unas semanas complicadas porque la afición no aceptó este movimiento de un jugador que no tuvo toda la culpa de que el traspaso no se completara, así que se disculpó e intentó pasar página.

Pocos meses después, a Rodrigo se le presentó otra oportunidad. El Barcelona puso sus ojos en el español para sustituir a Luis Suárez y comenzó una negociación que el propio club catalán decidió congelar. Otro golpe duro para él.

El Valencia no dio su brazo a torcer después de que el propio Celades admitiera que el traspaso estaba completamente abierto. Rodrigo ya se veía como 'culé' y, de hecho, hasta fue a Barcelona para ver al doctor Ramon Cugat por culpa de su lesión al no ser convocado para la Copa del Rey. Los rumores se dispararon.

Sin embargo, el Valencia pidió una opción de compra obligatoria y 60 millones de euros, una cifra que el Barcelona consideró inasumible. Por lo tanto, el CEO Óscar Grau y Abidal rompieron todas las relaciones.

Son ya dos intentos frustrados los que ha vivido Rodrigo en apenas seis meses y cuando estaba a un paso de la firma, algo que afecta directamente a su relación con la afición y con su rendimiento. Habrá que ver cómo lo vuelve a recibir Mestalla.

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