Un grupo de "barras bravas" de Botafogo irrumpió este sábado de forma violenta en un entrenamiento del equipo, al parecer para protestar por sus últimos resultados en la Liga Brasileña, según informó el propio club.
Los cerca de cincuenta ultras derrumbaron uno de los portones de la sede del club en Río de Janeiro y llegaron hasta el campo donde los jugadores se aprestaban para iniciar la práctica, que fue interrumpida debido a los incidentes.
Los jugadores se refugiaron en el vestuario y los hinchas dejaron la sede del club, aunque a su paso por uno de los estacionamientos apedrearon algunos automóviles, dos de ellos propiedad de jugadores del equipo.
Botafogo se encuentra actualmente en la sexta posición del Campeonato Brasileño, con 51 puntos en 35 partidos, y de mantener ese puesto garantizará una plaza en la Copa Libertadores de América del año próximo.
Sin embargo, el equipo ha perdido sus últimos dos partidos, lo que ha puesto en riesgo su clasificación al torneo regional, que es uno de los principales objetivos del club en esta temporada.
Después de la suspensión del entrenamiento, los jugadores de Botafogo tenían previsto viajar a Sao Paulo, donde el domingo visitarán al equipo que lleva el nombre de esa ciudad, que precisa un triunfo para garantizar su permanencia en primera división.
El título brasileño de este año ya está en manos de Corinthians, que lo ganó el pasado miércoles al imponerse a Fluminense por 3-1 y consolidó una ventaja de diez puntos sobre el Gremio, cuando sólo restan por disputarse tres jornadas.