Otra remontada, tres puntos de oro. El Tenerife se está aficionando a sufrir, aunque todo sea por sumar y alejarse del descenso. Osasuna se quedó como todos los espectadores, boquiabierto ante el partido más increíble de la temporada.
Una remontada similar llevó a cabo el cuadro chicharrero allá por el mes de octubre al Alcorcón, tras darle la vuelta al marcador con un 0-2 en contra. Esta competición es tan bonita como inexplicable.
Oltra, en la cuerda floja; Racic y Jorge Sáenz, convocados por sus selecciones. Además, los resultados no han acompañado durante todo el curso a un equipo con aspiraciones mucho más ambiciosas que la permanencia.
Pero da igual, el fútbol trasciende y deja al margen todos esos aspectos para que solo prevalezca una cosa: lo que ocurra sobre el verde. Y en el césped del Heliodoro pasó absolutamente de todo.
Enfrente estaba nada más y nada menos que Osasuna, el equipo en mejor forma actualmente de la Segunda División. Líder en solitario, tras once jornadas seguidas venciendo en El Sadar, aunque sufrió la locura de este deporte.
La primera mitad fue totalmente para los navarros, que tenían las bajas importantes de Oier y Juan Villar, aunque no se notaron gracias al buen trabajo de Luis Perea y Brandon. Roberto Torres, por otro lado, lideraba a los suyos.
El Tenerife avisaba por mediación de un activo Coniglio y un preciso Borja Lasso, pero con dos zarpazos, el conjunto rojillo puso mucha tierra de por medio. El primero, tras un remate a placer de Robert Ibáñez al taconazo despampanante de Rubén García.
Tres minutos más tarde, Brandon aprovechaba la mala colocación de la zaga local, con Dos Santos como debutante, para hacer el segundo ante Dani Hernández. Varapalo tremendo para un Tenerife que no estaba siendo inferior.
Osasuna incluso pudo ampliar la ventaja, pero se llegó así al descanso. Tras la reanudación, más de lo mismo, ya que David García estaba cerca de finiquitar el choque ante los incrementados nervios del Heliodoro.
Un empujoncito clave
Y llegó la jugada clave del choque. Centro desde la derecha que Unai García se introduce en su propia portería. Quedaba casi media hora, un mundo. El Heliodoro se lo creía, al igual que los jugadores de Oltra.
Los de Arrasate, por su parte, perdonaron por mediación de Nacho Vidal y Roberto Torres. Es curioso como Osasuna, cuya espectacular racha comenzó en Almendralejo venciendo tras una épica remontada, se ha visto golpeado con la misma medicina.
El destino estaba escrito, y este decía que el Tenerife tenía que empatar. Y así fue. Malbasic le cedió el balón a Isma López, el héroe chicharrero y debutante como titular en la noche de este viernes.
Osasuna no se lo terminaba de creer y, noqueado, acabó recibiendo la puntilla. Volvió a ser Isma López, tras una cabalgada espectacular y mejor definición ante Sergio Herrera. Se había consumado la épica, el Tenerife había remontado.
Excepto por un testarazo de David García, el triunfo no peligró. El Tenerife se acerca a la permanencia a costa de un Osasuna que pierde una oportunidad de oro para afianzarse aún más en el primer puesto de esta bendita categoría de plata.