El Valencia es el primer semifinalista de la Copa del Rey. El conjunto 'che' remontó 'in extremis' la eliminatoria con tres goles de Rodrigo -dos de ellos en la prolongación- que hicieron inútil el tempranero tanto de Jorge Molina.
Cuando se dice que en el fútbol puede ocurrir cualquier cosa, es así totalmente. Cuando este deporte parece que no es capaz de sorprenderte, llega y lo hace. Absolutamente increíble lo vivido en Mestalla.
La eliminatoria llegaba de un resultado importante, pero no definitivo a favor del conjunto azulón. Y Jorge Molina se encargó de iniciar el choque como terminó la ida, marcando y poniendo patas arriba el cruce.
El Valencia despertó tras ese desajuste defensivo. Chichizola salvó milagrosamente lo que era un obús colocado de Rodrigo, que empezaba a notar que sería su noche. El dominio, no obstante, era más territorial que otra cosa.
El Getafe empezó a desenvolverse en ataque. Los de Bordalás crecieron a raíz de la defensa. La pareja formada por Djené y Cabrera tenía maniatados a los delanteros valencianistas, así como el trivote de Cristóforo, Maksimovic y Flamini.
Tras el paso por vestuarios, el partido no pudo reanudarse de manera más accidentada. Rodrigo y Santi Mina tuvieron problemas para continuar y, al minuto siguiente, el gallego hacía el primer tanto que era anulado justamente por el VAR.
Cambio de verticalidad
La entrada al campo de Cheryshev dio otro aire al Valencia. En una jugada aislada, el ruso llegó a línea de fondo y la puso atrás para que Rodrigo fusilara a Chichozola. El partido empezaba a tomar temperatura.
Las llegadas del cuadro madrileño empezaban a escasear y el control local era cada vez más evidente. El recién entrado Hugo Duro tuvo el 1-2 en su cabeza, pero no estuvo acertado el canterano, que tendría un desenlace algo trágico.
Djené no medía bien y veía la segunda amarilla y, por tanto, la expulsión. Jugada clave. El central azulón se llevaba la segunda expulsión consecutiva, tras la vista en Liga ante el Atlético. El reloj, sin embargo, corría y corría en contra de los intereses 'ches'.
Siete minutos de montaña rusa
Cumplido el primer minuto de los siete de prolongación, Rodrigo volvía a rematar a placer tras la peinada de Santi Mina en el primer palo. El Getafe no sabía por dónde le llegaban tantas ocasiones. Y en esos instantes, llegó la jugada más surrealista del encuentro.
Contragolpe del Getafe en los pies de Jorge Molina y disparo dentro del área del ariete que rebota en el joven Hugo Duro. Acto seguido, el Valencia -de nuevo Rodrigo- hacía el 3-1 para deleite y frenesí de las gradas de Mestalla.
Las chispas saltaron, también las tanganas y las peleas. Hugo Duro se marchaba llorando por un final tan apoteósico como antideportivo por parte de los protagonistas de esta preciosa eliminatoria. El Valencia está en 'semis', pero vaya partido.