Un obstáculo menos

Sergio Álvarez hace 5 años 29.6k
El Barcelona pasó un nuevo obstáculo hacia el título. EFE

El Barcelona supera la difícil salida de Montilivi y recupera la ventaja en relación al Atlético de Madrid, que se había acercado a los azulgranas tras ganar al Getafe. Valverde y los suyos ya miran al choque de vuelta de Copa ante el Sevilla.

El Girona-Barça, marcado en su día para ser el primer choque de la Liga disputado en Estados Unidos, no será recordado finalmente como uno de los grandes choques de la historia del campeonato. Fue un derbi vibrante, con alternativas, pero el resultado final le restó todo tipo de incidencia en los almanaques. Ganó el que se esperaba y lo hizo con sobriedad, casi más pensando en el Sevilla que en el propio derbi catalán.

Regresaba Messi al once inicial y la sola presencia del argentino ya era un motivo de peso para no perderse el choque. El argentino, que no estuvo tan enchufado como en otras ocasiones, hizo patente de nuevo su excelente momento de forma. Anotó un tanto, regaló al menos dos más, que fueron malogrados por sus compañeros, y capitalizó el juego ofensivo de un Barcelona en el que estuvieron fuera de cobertura tanto Suárez como una vez más Coutinho.

Tras un frío comienzo, Semedo adelantó a los de Valverde con su primer gol como azulgrana. El portugués cazó un balón suelto en el área y castigó la falta de hambre del Girona, que volvió a poner de manifiesto que no vive el mejor de los momentos. No estuvo preciso su 'killer', Stuani, y prácticamente no apareció Portu, una sombra del jugador eléctrico que fue hace un año.

Un Barça al tran-tran

El gol no cambió demasiado el decorado. El Barcelona dominaba más por inercia que por buen juego y llegaba más por insistencia que por precisas triangulaciones. Entretanto, los de Eusebio bastante tenían con mantenerse vivos en el partido, pues no tuvieron el inicio fiero de otras ocasiones.

Un agarrón de Jordi Alba a Stuani ante el que el colegiado, Fuertes González, y el VAR hicieron caso omiso comenzó a encender al público de Montilivi. Tras él, llegó el primer acercamiento del Girona, un cabezazo a balón parado de Alcalá que se fue muy alto ante la mala salida de Ter Stegen.

La polémica no sólo se vivió en una área. En la contraria, Messi disparó aparentemente mal una falta, pero el golpeo del argentino se topó con una especie de zamorana de Pere Pons que de nuevo Fuertes González y sus ayudantes pasaron por alto. Antes, Coutinho había continuado con su particular viacrucis con un mano a mano que resolvió francamente mal ante un Bono enorme.

Ni el agitamiento de la polémica mantuvo despierto a un Barça que optó por relajarse con toldavía gran parte de la primera mitad por delante. El Girona recogió el guante y achuchó de lo lindo, avisando con un cabezazo de Portu y, sobre todo, con un remate doble de Pere Pons y Stuani que tuvieron que salvar bajo palos Ter Stegen y sobre la misma línea Piqué.

La roja lo cambia todo

El descanso tampoco pareció aportar la cordura necesaria a un Barcelona que seguía mirando en exceso al futuro sin resolver el presente. Nada más volver de las duchas, de nuevo Stuani estuvo a un suspiro de batir a Ter Stegen en una nueva llegada al contragolpe que el arquero alemán resolvió con acierto.

Incluso el uruguayo tendría una tercera ocasión tras una siesta inexplicable de Busquets en la frontal. Como en las anteriores, Ter Stegen reaccionó con suficiencia.

La acción decisiva para el devenir del choque tendría lugar entre ambas ocasiones del charrúa. Una leve entrada por detrás de Bernardo a Luis Suárez le ocasionó al central del Girona la segunda amarilla y, pese a las protestas, el choque ya no fue igual para los de Eusebio.

Conforme el encuentro bajó de intensidad, apareció el mejor Messi. El argentino, que ya había dejado solo a Coutinho en la primera parte en una de sus pocas apariciones, no perdonaría en un mano a mano con Bono tras una formidable asistencia de Jordi Alba.

El 0-2 terminó de lanzar a un Barcelona que, aun con el freno de mano echado, coqueteó con la goleada. Luis Suárez, por dos veces, y Coutinho, de nuevo con una horrible finalización en un mano a mano con Bono, pudieron ampliar el resultado, pero parecieron guardarse los goles para el choque de vuelta de Copa ante el Sevilla. Un partido copero que, sin quererlo, marcó un derbi que tenía reservadas cotas mucho más altas.

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