El Athletic se comió al Betis en San Mamés para cerrar la jornada 10 de Primera División. Goleada sin contemplaciones (4-0) en un partido que dominaron los 'leones' de cabo a rabo, que da vida a un Garitano cuestionado y que deja muy cuestionado a Pellegrini y a la plantilla verdiblanca por una imagen muy negativa.
Era el día de reivindicarse. San Mamés, la sede de un choque que huele a Europa, pero cuyas aspiraciones reales se han visto aminoradas en este inicio de temporada hasta la permanencia. El Athletic, con más necesidades de ganar por la cercanía del descenso y, sobre todo, por despejar las dudas que hay encima de Garitano. La mejor medicina para ello, los goles.
Y este lunes se hartaron bien de fútbol ofensivo, velocidad, contragolpes, combinaciones... Posiblemenente haya sido el partido más cómodo para el Athletic en su era reciente, lo que dice muy poco de la actuación del Betis, del que solo se puede decir que estuvo en San Mamés por la presencia de los jugadores sobre el césped, pero mentalmente...
Puede ser que la mala imagen del Betis, que ya se repitió en Getafe, nazca del banquillo, aparte del mal rendimiento de algunos jugadores en concreto y sin obviar las importantes bajas de Canales, Fekir y Mandi. Pero la realidad es que Pellegrini tampoco tuvo su día, tardó en reaccionar ante el vendaval bilbaíno que se le venía encima... y la goleada fue muy contundente.
La tormenta perfecta. Y no una película, sino más bien una pesadilla bética en color rojiblanco. El Athletic, con la mezcla entre nerviosismo y obligación, supo gestionar sus emociones y transformó la enorme intensidad que puso encima de la mesa para superar en todas las líneas a un Betis deshecho de arriba a abajo, sobre todo abajo con una defensa que dejó mucho que desear.
Sidnei y Víctor Ruiz, la pareja de centrales. Ya los béticos temblaban al conocer el once. Pellegrini, en este sentido, no tuvo mucho margen, pues Bartra, que estaba en el banquillo, tenía molestias musculares. Y los peores presagios se trasladaron pronto al verde de San Mamés. A los nueve minutos ya vencía el Athletic con un gol en propia puerta de Víctor Ruiz, que despejó incomprensiblemente a su propia portería.
La banda izquierda del ataque del Athletic fue un ciclón continuo. Berenguer volvió a la titularidad y realizó un partido encomiable que le debe afianzar en el once. Hizo enloquecer a Emerson con sus diagonales y se asoció a la perfección con Muniain, Villalibre y Williams para hacer las delicias de los 'leones'. Mención aparte para el 'búfalo' Villalibre, que participó en los tres primeros goles.
El control del Athletic no se aminoró en ningún momento. En el minuto 33, ante la incredulidad de Bravo por la pasividad de su defensa, Capa aprovechó un rechace para hacer el 2-0, que ya puso una tierra de por medio considerable. Y todo esto, sin ningún atisbo de reacción por parte de los de Pellegrini. Antes le anularon un gol a Guido Rodríguez por fuera de juego. Y en el 38', otro a Berenguer por falta. El árbitro no falló.
El arranque del segundo tiempo fue una confirmación de la superioridad rojiblanca. Casi llegada la hora de encuentro, en el 59', un liberado Villalibre centró y Muniain, completamente solo, cabeceó hasta en dos ocasiones. Bravo, desesperado. Pellegrini, anonadado. Joaquín fue el único que trató de tirar del carro, pero con más corazón y coraje que cabeza.
Nueve minutos después, Yuri y Berenguer conectaron para el 4-0 del extremo, que lo buscó todo el partido. La defensa del Betis fue la inevitable protagonista de un partido claro desde el inicio. Una cena perfecta para los devoradores del Athletic, que aparecieron cuando más falta le hacía a Garitano. Un triunfo monumental que impulsa al Athletic.