Una despedida, un despropósito y sin Bota de Oro

Después de haber arrasado en la Ligue 1 buena parte de la temporada, el Paris Saint-Germain, campeón con mucha antelación, se despidió con una derrota estrepitosa en el estadio Auguste Delaune.

Nada le salió bien al conjunto parisino, que vivió una tarde-noche muy negra en todos los aspectos. Mbappé tenía en la cabeza la Bota de Oro y su equipo quería arropar a su figura para intentar la machada.

Pero se quedó con las ganas y Messi se llevó el galardón. Y es que el partido de la joya francesa es digno de analizar: no hizo nada en los 90 minutos y se dedicó buena parte de ellos a quejarse y verlas venir.

Tuvo que ser Cavani el que le diera una gran asistencia para anotar su único tanto del choque. Pero antes de eso, el Stade de Reims se mostró muy ambicioso y anotó dos goles gracias a la ayuda de Buffon.

El cancerbero italiano protagonizó dos cantadas: la primera al pasarle el balón por debajo de las piernas a tiro de Baba y la segunda, con un disparo parable de Cafaro que desvió y acabó dentro de la portería.

Mbappé recortó distancias y eso dio alas al PSG, que fue con todo al ataque. Y de eso se aprovechó el Stade de Remis, que cerró el partido con el 3-1 en el 94'. Pelotazo largo de la defensa, Chavarría salió a correr, se plantó ante Buffon y gol.

Tras el pitido final, los jugadores del conjunto parisino quedaron tendidos sobre el césped en claro descontento tras lo sucedido. La cara de Mbappé era todo un poema al quedarse sin la Bota de Oro.