La imagen de Ronnie Brunswijk, presidente de Inter Moengotapoe y vicepresidente de Surinam, jugando 54 minutos del encuentro de la Liga CONCACAF frente al conjunto hondureño CD Olimpia ya ha dado la vuelta al mundo.
A sus 60 años, el ex líder guerrillero y padre de 50 hijos se plantó el brazalete de capitán para dirigir a su equipo en los octavos de final de la competición. Eso sí, el político no pudo evitar la derrota de Inter por 0-6.
Aunque eso es lo de menos para un hombre que, entre muchas otras riquezas, es propietario de una mina de oro. Eso sí, no podrá Brunswijk soñar con una épica remontada en el partido de vuelta, ya que sobre él pesa una orden de captura de la Interpol si pisa suelo hondureño.
Pero a Brunswijk nada le borra la sonrisa de la cara ni su conocida generosidad con el pueblo. Son tan habituales las escenas del presidente de Inter repartiendo dinero a la gente que ya ha sido apodado como el 'Robin Hood' de Surinam.
Y tras el partido frente a Olimpia no podía ser menos. Pese a la dura derrota por 0-6, Brunswijk no dudó en bajar al vestuario rival tras el encuentro para ponerse a repartir decenas de billetes a los jugadores y miembros del equipo hondureño.