No es el que fue, está claro, pero quien tuvo, retuvo. Wayne Rooney demostró ante el Arsenal, una de sus víctimas favoritas, que todavía tiene mucho fútbol en sus botas. Y lo hizo con un golazo.
El ex 'red devil' volvió a enfrentarse al Arsenal, esta vez, con la camiseta del Everton. Se perdió el último partido de los 'toffees' por molestias, pero volvió al cien por cien para dejar patente, ante Wenger y los suyos, que aún tiene mucho por decir.
El delantero inglés cazó un balón cerca de la frontal del área, se la acomodó al perfil derecho con dos pequeños toques y se sacó un zapatazo al palo largo imposible para Petr Cech. Un gol del Rooney de siempre.