Después de 14 largas jornadas sin conseguir ningún triunfo, por fin el Newcastle pudo sentir lo que se siente al llevarse tres puntos de una tacada. Lo hizo, eso sí, con sufrimiento. Wilson logró el único tanto del partido en una jugada extraña en la que se le escapó el balón de las manos al portero visitante.
A la decimoquinta fue la vencida. El Newcastle, equipo que lleva varios meses en la palestra de la actualidad debido a los petrodólares que recibirá de Oriente Medio, logró embolsarse la primera victoria de la temporada.
Lo hizo, como no podía ser de otra forma, con sufrimiento. El cambio de entrenador vino acompañado de cierta mejora, pero los tres puntos seguían resistiéndose. Ante el Burnley, las 'urracas' comenzaron siendo algo mejores, aunque sin destacar en su juego.
La posesión se mantenía igualada, aunque las ocasiones comenzaban a llegar el bando local. Gracias a ello, Wilson anotó el primer y único gol del partido en el minuto 40.
Se trató además de una jugada realmente extraña. Nick Pope salió casi a la frontal del área a buscar un balón que agarró pero terminó soltando ante el tumulto de jugadores. Esto fue aprovechado por Wilson, que cazó el rebote y fusiló a puerta vacía.
St. James Park enloqueció y comenzó a animar a los suyos. Durante la segunda parte, continuaron siendo mejores que los visitantes, que también viven una situación delicada. A la postre, victoria que deja a los de negro y blanco con diez puntos, a tres de la salvación.