"Zidane tiene el poder de la atracción sobre mí"

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Hazard analizó sus primeros meses como 'merengue'. EFE

En su última entrevista, Eden Hazard repasó los primeros meses en el Real Madrid, reconoció la importancia de Zinedine Zidane en el vestuario, abordó las críticas por su peso y analizó lo difícil que es destacar en un equipo como el club 'merengue'.

Apartado de los terrenos de juego por la microfisura de tobillo que no le permite disfrutar de su trabajo, Hazard atendió a 'Sport/Foot Magazine' para hacer un repaso de lo que hasta ahora ha podido vivir como futbolista del Real Madrid. Con naturalidad, el belga no tuvo reparos en responder a algunas preguntas ciertamente comprometidas.

Su 'madriditis' es real. "Es un sueño jugar en el Real Madrid. Cuando empecé a jugar en el jardín de casa siempre era al club que apoyaba. Zidane era mi ídolo. El estadio, cuando lo veía por televisión... era mágico. La camiseta blanca, impecable. A menudo íbamos de vacaciones, con la familia, a España, pero nunca a Madrid. Está demasiado lejos de Bélgica en coche. Todos me hablaban del equipo cuando jugábamos al fútbol en vacaciones. Veíamos sus partidos. ¿Firmar antes? Ya cuando estaba en el Lille surgió esta posibilidad, pero quería probar en Inglaterra. Era más fácil, solo tenía 21 años", comentó Hazard, que reconoció contactos años antes.

"Siempre se hablaba de mi llegada al Madrid. Nunca he tenido contacto, ni siquiera mi entorno, con el club antes. Esta relación comenzó hace dos, tres años, cuando me lesioné con mi selección. Después del Mundial de 2018 quise venir, pero el Chelsea dijo que no. Debía estar un año con Sarri. No quería dejar el Chelsea de mala manera, siempre he sido limpio con todos mis clubes, como en el Lille", agregó la ahora estrella blanca.

Ese amor por el club le ha llevado a vestir la camiseta que más deseaba: "Cuando eres pequeño, ves este club como un sueño. Cuando llegas, entras en los edificios... hay seguridad en todas partes. El centro de entrenamiento ya es muy grande. La primera vez llegué al otro lado en coche. Los mejores jugadores, el peso de la historia... entras en el vestuario y sientes que los futbolistas solo están allí para ganar. Te encuentras con aficionados que te dicen todos los días que tienes que ganar la Champions. Es una cultura".

Su llegada y adaptación

El '7' habló de su primera lesión: "Hice toda la pretemporada. Dos o tres días antes del primer partido en Vigo sentí dolor en el muslo. A menudo tengo dolor antes de los partidos. Creía que pasaría. Al día siguiente, todavía seguía. Zidane me preguntó si quería hacerme un escáner. Una vez que la herida se curó, continué, pero había parado tres semanas y tenía que encontrar el ritmo. El primer partido ante el PSG esperaba un partido fácil... y salió mal".

El Madrid es un examen continuo: "Lo único malo son las estadísticas, la gente solo recuerda eso. Los primeros dos meses, lo que propuse no fue suficiente. Me dije a mí mismo: puedo hacerlo mejor. Realmente, me sentí mejor después. Pillo la pelota, regateo, acelero y trato de hacer que otros jueguen bien. No lo hago todo bien, pero lo intento. Los dos primeros meses me dije: eres nuevo, sé simple. Y traté de hacer demasiados pases. La gente esperaba que yo diblara...".

Llegó a un vestuario ya formado, pero no tardó en integrarse. "Soy alguien que no busca problemas. Soy abierto. Tal vez los compañeros, dado lo que he hecho antes en Francia o Inglaterra, también me respetan. No llego con 21 años con todo por demostrar. Me conocen", adivinó.

Para ello, tuvo colaboración: "El que más me ayudó fue Courtois -se conocían del Chelsea y la Selección Belga-. También está Dupont, el preparador físico. La integración es fácil porque hay muchos que hablan francés. El personal es francófono, para mí es perfecto".

La figura de 'Zizou'

Zidane, clave para su llegada. Pero, a su modo de ver, sus estilos sobre el verde son diferentes. "Técnicamente, estaba por encima de mí. Pero lo que me gusta es que, cuando le miras, tienes la impresión de que siempre se divierte, que hace que otros jueguen. El fútbol, para mí, no es otra cosa. Cuando miraba a Zidane, nunca me dije a mí mismo: quiere diblar a todos, jugar solo para él. Me gustan los que se divierten, no estoy buscando brillar aquí. Por supuesto, soy feliz si lo hago, pero no es mi objetivo", explicó el belga, conocedor de algunas críticas.

Pero, ¿qué poder tiene el galo para un futbolista? Hazard lo analizó: "La primera vez que hablé con él fue en la Eurocopa de 2016. Él me llamo y me dijo: 'Sería bueno que vinieras'. Cuando Zidane te llama... ¡es serio! ¿Atracción? Él hace algo, sí. Tiene este poder sobre mí. No me rompió la cabeza en toda la Euro, simplemente me dijo que me estaba siguiendo. Siempre se quedó eso en mi cabeza".

"Zidane, como entrenador, no habla mucho. Es simple. Viene a hablar contigo antes del encuentro con una frase corta para que te sientas cómodo. Los primeros dos o tres meses no fueron como yo quería. Me dijo que me quedara tranquilo. 'Date un capricho', repetía. Es un tipo normal, que no se queja por nada. Va directo al grano, ama a sus jugadores. Conserva este lado emocional. Sientes que el grupo está feliz de que él sea el entrenador, incluso los que no juegan. Aquí es donde ves que él entiende lo que sienten los jugadores porque él también estuvo en ese lado. Los entrenamientos, por ejemplo, son con la pelota. Cuando conoces entrenadores italianos, como yo -Sarri o Conte- tienes mucho menos placer, que lo encuentras en la victoria. Estuve tres años con italianos. Redescubrir este placer me hace bien", finalizó el ex del Chelsea, contento por haber encontrado su sitio. Ahora, solo resta dejar su lesión atrás para volver a los terrenos de juego.

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