La revolución física de un Pedri maratoniano

Temporada 2020-21. Recién aterrizado de la UD Las Palmas, de Segunda División, Pedri llega a un Barcelona en caída libre. Con Ronald Koeman en el banquillo y con el doloroso e histórico 2-8 del Bayern fresco en la memoria, el joven talento canario, con 18 años, se convierte de buenas a primeras en uno de los grandes referentes de un equipo que contaba con figuras de la talla de Antoine Griezmann o Leo Messi.
Desde el primer momento, Koeman se entrega al talento de un futbolista poco hecho físicamente y al que se exprime hasta la extenuación en la Ciudad Condal... y en todo el país. Y es que la irrupción de Pedri en todo un Barça le valió para recibir la llamada de la Selección Española, con Luis Enrique al frente por aquel entonces. Fijo durante la campaña como azulgrana, Pedri comenzó a recibir la llamada de la Absoluta a partir del mes de marzo, siendo uno de los grandes protagonistas en la Eurocopa del verano de 2021, marcada por las innumerables prórrogas que castigaron el cuerpo todavía por formar del centrocampista.
En total, desde el primer partido oficial del Barcelona aquel curso hasta el día antes del estreno oficial 'culé' de la siguiente campaña, entre su club y la Absoluta, Pedri sumó la friolera de 62 encuentros en la élite a sus 18 años (cifra que aumenta si tenemos en cuenta su presencia en algunos duelos de la Sub 21 o la Sub 23, con la que acudió a los Juegos Olímpicos de Tokio). Una brutalidad que le pasó factura en años posteriores en forma de lesiones constantes que parecían cortar su progresión ya con Xavi Hernández en el banquillo catalán. Sin embargo, la llegada de Hansi Flick y su 'staff' el pasado verano a la Ciudad Condal ha cambiado totalmente la dinámica de un Pedri que ahora brilla más que nunca en todos los apartados, incluido el físico.
Con el reciente y doloroso compromiso ante el Inter, en el que el Barcelona acarició su clasificación a la gran final de la Champions, Pedri rebasó ese listón de encuentros entre su club y la Absoluta de la campaña 2020-21, alcanzando ya los 63 en la presente temporada y rumbo a los 64 este domingo en el 'Clásico' ante el Real Madrid. Aunque con cierto cansancio en algunos compases de los partidos en este tramo final de curso (lleva ya más de 4.300 minutos encima), lo cierto es que el rendimiento del futbolista ha sido muy elevado durante todo el año, demostrando a nivel estadístico ese paso adelante en un apartado físico fundamental para su progresión.
Con un cuerpo más hecho a sus 22 años, lejos ya de ese chaval algo enclenque de hace casi un lustro, el de Tegueste ha ido evolucionando futbolística y personalmente a todos los niveles (tanto dentro como fuera del campo) hasta alcanzar una versión total este curso, convirtiéndose, con permiso de Lamine Yamal, en el líder del equipo. Cierto es que Lamine pone la chispa, esa magia inesperada y posee una capacidad sobrenatural para ser decisivo con solo 17 años, pero es Pedri el que marca los tiempos, el metrónomo 'culé', el que dicta qué hacer y cuándo hacerlo.
El cambio en el apartado físico también ha influenciado mucho mentalmente en un Pedri pleno de confianza, sin pudor alguno a la hora de inventar, buscar pases, cambios de ritmo... Un extra que te aporta el hecho de tener la cabeza liberada y sin miedo a esas lesiones (especialmente en el plano muscular) que le mermaron en el pasado. Y es que la cabeza y las piernas suelen ir de la mano.
Las sensaciones de crecimiento en todos los aspectos relativos al juego se corroboran también a nivel estadístico, sobre todo si observamos con lupa aquellos registros en los que una correcta preparación física marca la diferencia. Uno de los apartados más fundamentales es el de las recuperaciones, sobre todo en el actual estilo del Barcelona.
Con una presión alta y asfixiante, el tener piernas es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema del equipo y Pedri lo está bordando en este sentido. Esta temporada, con el Barça, el de Tegueste promedia 7.54 recuperaciones por cada 90 minutos, siendo 4.58 de las mismas en campo rival y 4.18 llegando de manera rápida tras la pérdida de la posesión. Unos números que contrastan con los logrados en un curso 2020-21 en el que el canario promedio 5.6 recuperaciones (-1.94 respecto a este curso), siendo 3.39 en campo contrario (-1.19) y produciéndose solo 3.36 tras perder el esférico (-0.82).
Al margen de esos criterios más concretos, las cifras globales de Pedri también han mejorado, aunque siempre desde el punto de vista de que Pedri no es un llegador ni un mediapunta al uso, por lo que medir su rendimiento en goles y asistencias sería absurdo en términos generales. Pese a ello, el centrocampista suma este curso 6 tantos y 8 pases de gol entre el Barça y la Selección Española, superando las 4 dianas y 7 asistencias de la campaña 2020-21.
De igual forma, el mejor rendimiento de Pedri es causa y efecto de un mejor funcionamiento colectivo, algo que se manifiesta a nivel de resultados. Si hace 4 años el ex de Las Palmas solo pudo ganar 36 de los 62 encuentros que disputó entre su club y la Absoluta (un 58.06%) pese a tener habitualmente a su lado a leyendas como Piqué, Busquets o Messi, este ejercicio suma ya 45 victorias a nivel colectivo (un 71.43%)
Ahora, a solo 4 encuentros del fin de su temporada a nivel de clubes (estará en junio en la Final Four de la Liga de las Naciones con España), el nuevo Pedri, el Pedri 2.0 o como quieran llamarlo, tratará de elevar su listón y liderar al Barça a conquistar el doblete Liga-Copa. La meta está cerca (con la primera parada en el 'Clásico' de este domingo) y el cansancio hace mella, pero el canario ha demostrado que hay piernas y coco de sobra.
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