"¡Dénsela al '10'!". Un grito. Tres palabras. Y toda una filosofía detrás. Especialmente habitual es escuchar este reclamo en Argentina, tierra que perpetuó para siempre la importancia de este dorsal en el juego del equipo. El '10' no puede ser torpe. No puede ser uno más. Además, no debe ser especialmente físico, regular ni veloz. Es más, casi se prefiere por romanticismo que sea flojo, guadianesco y más bien lento. De movimientos, que no de cabeza.
En Los Cármenes, André Almeida reivindicó la importancia de su perfil tras 6 meses en el ostracismo. Jugó el 1 de octubre por última vez ante el Betis hasta que, a mediados de marzo, salió en los minutos finales frente al Villarreal. Rubén Baraja, su entrenador, fue cuestionado por el luso en la rueda de prensa previa al encuentro y sus palabras le hacían estar más lejos en sus planes de lo que está ahora.
El técnico del Valencia reconoció que se trata de un jugador diferente, pero dejó entrever que necesitaba apretar para merecer esos minutos que, ya recuperado en las últimas semanas, no ha tenido. Lo metió ante el Granada en el minuto 57 con su equipo ralentizado, falto de ideas y calcando ese guion mediocre como visitante que ha lastrado todo lo conseguido en Mestalla. Y el resultado fue sobresaliente.
Su aportación no es que fuese estratosférica, pero sí que tardó solo unos segundos en diferenciarse del resto. Desde que pisó el césped, el Valencia empezó a encontrarse, a saber a qué jugar y a tener a un capitán que le dijese al barco que por aquí sí y por allá no. Almeida buscó la pelota y pareció que esta también le buscó a él. Así fue en el gol, donde recogió un balón muerto en el área que eligió su pecho para revivir. Control orientado, zapatazo y adentro.
Sus asociaciones, valentía y calidad ya le sirvieron en los minutos previos de empuje a un equipo con buenos mimbres en forma de jóvenes comprometidos, pero faltos de esa brújula algo más madura que marque diferencias. Hasta ahora, su aportación ha sido irregular y brillante a partes iguales (sigue calcando el perfil) y no eran pocos los que, en la ciudad del Turia, carecían de esperanzas de que diese un paso definitivo adelante. A falta de saber si este lo ha sido, de momento, dénsela al '10' y a ver en qué queda la cosa.