No jugaba desde el 2 de febrero y era su momento. André Pereira se quedó a las puertas de entrar en escena por fin tras una larga espera lesionado. Se rompió de nuevo en el calentamiento previo al duelo ante el Málaga en La Rosaleda. Todavía hay que hacerle pruebas.
El futbolista volvió a acusar molestias en el cuádriceps. Esta zona ya le estuvo dando problemas durante tres semanas. Su propio entrenador, Víctor Fernández, reconoció en la rueda de prensa posterior a la cita que hacen falta pruebas para ver el alcance de la lesión.
Se trata de un mazazo más a un efectivo que no está logrando ganar protagonismo como jugador del plantel maño. Acumula tan solo tres encuentros de los que ha sido titular en uno. Llegó como cedido procedente del Oporto para ganar galones y, de momento, no le está saliendo bien.
En cuanto se conozca cuánto tiempo tendrá que estar fuera, podrá trazarse un plan para él. En principio, lo tiene complicado. El Zaragoza afronta el tramo final del campeonato con el ascenso entre ceja y ceja y él tendrá que aclimatarse de nuevo rapidísimo para que confíen en él por delante de otros con más ritmo competitivo.