Joel Matip formó dúo defensivo con Virgil van Dijk y empujó para que el Liverpool remontara el 3-0 de la ida, un 4-0 que es leyenda de la Champions League.
"Después del partido, formamos una línea hombro con hombro frente a 'The Kop' y cantamos 'You'll Never Walk Alone' con toda la afición. Fue uno de los momentos más hermosos de mi carrera, quizás al nivel de mi debut con el Schalke 04 en Múnich. No me importaba nada, era como si flotara en el aire", revela al medio '11 Freunde'.
Momentos hermosos que siguieron en el campo y tuvieron continuidad en los vestuarios, previo paso por el control antidoping. "Me encontré con un chico sentado y bastante deprimido. Conoces a los demás jugadores de haber jugado contra ellos, pero no es lo mismo que sentarte todos los días a su lado en una habitación pequeña, como si fueras a tomar un café. Era Messi. Todos celebraban y yo estaba sentado en un cubículo con Messi", señala Matip.
Anécdotas de un 4-0 que llevó al éxtasis al Liverpool y deprimió al Barcelona, que se quedó otra vez a las puertas de una final de la Champions. Por si fuera poco, a Messi le tocó orinar. Matip no lo ha olvidado.