El pasado domingo se inauguraba el nuevo Centro Deportivo Wanda de Alcalá de Henares, la nueva casa de las ‘guerreras’ de Sáchez Vera. Se presentaba un partido difícil, correoso, ante un equipo que destacó sobre el resto en la primera jornada de Liga. Un domingo frío, con lluvia y con toda la presión encima tras el pinchazo del Barça en Vallecas.
Pero en ese momento apareció Sosa para poner todo de cara. 24 minutos le bastaron para poner a su equipo líder de la Liga y demostrar por qué es incuestionable en este Atleti.
La sevillana es una centrocampista única, una jugadora diferente, que aparece cuando el equipo más la necesita. Visión, conducción, control y gol. Varios palos impidieron que Ángela saliera por la puerta grande de su nuevo estadio.
En 2014 llegó a la que hoy es su casa, en la que se ha consagrado como una de las jugadoras más importantes en la historia del Atlético de Madrid, llegando a tener su placa en el paseo de las leyendas del Wanda Metropolitano.
Contra el Subotica, en Champions, todo el juego pasó por ella, siempre ayudando, siempre buscando ese espacio, el centro, la jugada perfecta para que sus compañeras puedan hacer el gol y ponerse por delante en el marcador. El control que realiza en el primer tanto está solo a la altura de las mejores, de jugadoras que tienen un don natural en esa pierna izquierda.
Se perdió el Mundial, pero con su clase, goles y asistencias está consiguiendo que en este Atletico de Madrid sea leyenda. Con ella, las rojiblancas son líderes, otro año más, otra jornada más marcando la diferencia. Ángela Sosa, la virtuosa rojiblanca.