La última visita del Sevilla a Anoeta no trae buenos recuerdos por los aledaños del Ramón Sánchez Pizjuán. El equipo andaluz acabó cayendo por 3-1 junto antes del parón navideño.
Ese tropiezo le costó el puesto a Eduardo Berizzo, quien fue destituido por Óscar Arias, director deportivo del Sevilla por aquel entonces, y José Castro, presidente del club.
Después de su destitución, Vicenzo Montella se hizo cargo del equipo. Los hispalenses acabaron la temporada en la séptima posición gracias a su buen papel cuando Joaquín Caparrós tomó las riendas.
Pero las sensaciones ahora son mucho mejores que por aquel entonces. La llegada de Pablo Machín al banquillo parece que ha sido una buena decisión y el equipo está en un momento muy dulce.