El año del estreno de Ansu Fati en la élite va más rápido de lo esperado. Incluso más que de lo recomendado. Pero la vida del canterano en un grande obliga a estar preparado para ese sube y baja continuo. El azulgrana es el vivo ejemplo de ello. Su trayectoria era meteórica, pero ya lo es más.
Porque en seis partidos disputados con Setién ha tenido ya 488 minutos, por los 423 en los 14 que le dio Ernesto Valverde. El 'Txingurri' le hizo debutar por necesidades del guion, aunque trató de dosificarlo siempre. Ahora su realidad le coloca la etiqueta de indispensable, pese a que el cántabro intenta protegerlo.
Con las grandes jóvenes promesas hay que tener mimo a la hora de ir dándole su espacio para que no pierdan el norte. Incluso por cuestiones físicas en el caso de Ansu Fati, quien llegó a estar fuera varias semanas debido a dolores en las rodillas derivados de su crecimiento.
Valverde trató de darle minutos residuales, cuidarle. Pero es que el chico tiene estrella y ha ido apilando récords. Tras un periodo lógico de jugar menos, ya con Setién en el banquillo, los problemas con Luis Suárez y Dembélé, que han dejado la delantera bajo mínimos, le han llevado inevitablemente al once titular.
En seis de los siete partidos jugados desde que llegó Setién así ha sido la tónica. Incluso ha marcado un par de tantos y se ha dejado ver en momentos difíciles. No debería ser la realidad de un chico de 17 años, pero es lo que toca a día de hoy.
Por el momento, el bisauguineano está respondiendo de manera muy madura, una cuestión vital para evitar que se pierda por el camino como ha pasado con otros prometedores talentos.