Antiviolencia mostró su "rechazo absoluto" por los insultos sexistas a Osasuna

La Comisión Antiviolencia ha acordado de forma unánime mostrar "el rechazo más absoluto" por los insultos que recibieron jugadoras de Osasuna B en el campo del Nueva Montaña, así como dirigirse al club navarro para trasladar su apoyo y solidaridad a todas las jugadoras que se vieron afectadas por los hechos.

Según informó este martes el ministerio del Interior, Antiviolencia estudió los incidentes ocurridos en el partido Nueva Montaña- Osasuna B, de la Primera Nacional Femenina, Grupo 2, el pasado día 9, durante el que se dirigieron insultos de índole sexual a jugadoras del conjunto navarro por parte de algunos aficionados locales que presenciaban el mismo.

El organismo acordó unánimemente "manifestar el rechazo más absoluto a estos comportamientos que no tienen cabida en nuestra sociedad, y en particular en los recintos deportivos, ya que amparan conductas degradantes y ajenas a los más elementales principios de convivencia".

Antiviolencia considera además que "tales conductas de aficionados son merecedoras de condena, tanto a nivel individual de quien las realiza, como del club respecto del que son seguidores".

"Por ello, la Comisión Antiviolencia ha acordado dirigir esta comunicación al presidente de Club Atlético Osasuna para trasladar su apoyo y solidaridad a todas las jugadoras que se vieron afectadas por los hechos relatados", indicó en un comunicado.

La jugadora de Osasuna B Karolina Sarasua denunció haber sido objeto de insultos al término del partido y los hechos fueron reflejados en el acta arbitral, en el que la colegiada reseñó que jóvenes aficionados del equipo local se dirigieron tanto a ella como a jugadoras visitantes con comentarios ofensivos.

La futbolista señaló que cinco jóvenes subidos a la valla del campo se dedicaron durante el primer tiempo a insultar a las jugadoras descalificándolas deportivamente y ya en la segunda parte "reaccionaron de otra manera a través de amenazas y un descontrol de barbaridades", como "te voy a v**lar" o "súbete la camiseta y enséñanos las t*tas y el c*lo".

Los hechos generaron numerosas reacciones de rechazo del mundo del fútbol, tanto por parte de jugadoras internacionales como de clubes, y del ámbito político por parte del Gobierno y el parlamento de Navarra.