Bolaño fue amonestado en los minutos 63 y 90+3 por "derribar a un contrario de forma temeraria en la disputa del balón", según el acta arbitral, y tras la revisión de las acciones con el vídeo aportado por su club Apelación concluyó que no puede apreciarse un error material manifiesto .
En el caso de la segunda amarilla el equipo asturiano argumentó que fue una jugada "en la que el contrario no disputa el balón, sino que busca el choque e impacto con el del Oviedo para luego caer o tirarse al suelo simulando un golpe".
Argumentos ante los que Apelación respondió que no es su competencia: "Valorar técnicamente las jugadas o estimar si hubo infracciones de jugadores contrarios que no sean objeto de alegación o recurso".