Un punto no es suficiente. Ni para el Girona ni para el Lugo. Hubo tablas en su cita en Montilivi, en la jornada 29 de Segunda División. El duelo tuvo dos caras bien diferenciadas, una primera de dominio gallego y una segunda de control catalán. El cuadro de Francisco, que se presentaba como favorito, tardó demasiado en entrar en el partido.
Le pesó demasiado una primera hora de ausencia, de gobierno claro de los gallegos. Appiah hacía lo que quería desde la banda derecha. Si se le ponía delante Aday, lo regateaba; si se le ponía delante Cristóforo, lo regateaba y, cuando se le puso delante la opción de poner un pase raso al segundo palo, le sirvió el primer gol del choque a El Hacen en el 7'.
Entretanto, los de Francisco Rodríguez estaban dormidos. El Hacen, 'Puma' Rodríguez y Appiah sitiaron el área de Juan Carlos y no dejaron de surtirla de balones con los que hasta Juanpe o Ferrao Venancio probaban suerte hasta que el conjunto local fue metiéndose poco a poco en el encuentro.
Con alguna incursión antes del descanso fruto en parte del tímido protagonismo de Yan Couto, el Girona terminó de espabilar ya en la segunda mitad. Samu Sáiz volvió a ser Samu Sáiz, Stuani volvió a ser Stuani, Bustos -entró desde el banco- fue Bustos y la pena -para ellos, no para los de Sampedro- es que ninguno de ellos fuera Santi Bueno cuando dispuso de la mejor ocasión de todas para empatar. Mandó un balón en boca de gol sin portero al cielo.
Esta sensación de impotencia fue a más cuando el colegiado expulsó a Monchu con roja directa. Hizo una entrada con los tacos por delante y, si bien tocó balón, también el tobillo de su rival, conque el árbitro no se lo pensó dos veces tras acudir al monitor a ver la acción repetida.
Tuvo que aparecer al final Sylla, que, como Bustos, cumplió bien su papel de revulsivo, solo que con más acierto. Explotó que el Lugo siguiera permitiendo llegadas del Girona aunque contara un efectivo más en el campo rematando de volea un centro bajo en el 90' y dejó así un punto en Montilivi.