Hay futbolistas que cuando entran en una racha negativa, la cosa va a peor. Es el caso de Wilshere, un futbolista que no está viviendo un buen momento que digamos.
Su carrera ha caído en picado después de sobresalir en sus inicios en el Arsenal. El jugador creció en la disciplina 'gunner' hasta que le llegó la oportunidad de debutar en el equipo en 2008.
Wenger contribuyó a que Wilshere evolucionara a pasos agigantados. El técnico francés le dio bastante bola y el británico respondió a la confianza con goles.
Sin embargo, las lesiones lo lastraron y eso terminó condenándole a un calvario. El de Stevenage llegó a estar 524 días sin jugar en la Premier, lo que le hizo perderse toda una temporada (2011-12) y la Euro 2012 por una fractura en el tobillo.
Desde entonces, Wilshere no levanta cabeza. Apuntaba para 'crack', pero se quedó por el camino. Estuvo cedido en el Bolton (2009-10) y en el Bournemouth (2016-17) hasta que el Arsenal prescindió de sus servicios el verano de 2018.
El club londinense no le quiso renovar y el británico puso rumbo al West Ham, un equipo en el que trataría de reencontrarse. Sin embargo, su rendimiento en los 'hammers' deja mucho que desear.
En una temporada casi y media, el ex 'gunner' suma un gol tras disputar solamente 16 encuentros. Este lunes, Wilshere, que entrenó con el grupo tras recuperarse de una lesión, no tendrá la oportunidad de verse las caras con su ex equipo en pleno revuelo tras el despido de Emery.