Todo discurría con normalidad cuando, en el minuto 20 de partido, el trencilla se lesiona y necesita asistencia médica. Sauleda Torrent no podía seguir. El partido se paró y ni siquiera podía hacer de asistente.
En Segunda B no hay cuarto árbitro y el reglamento contempla que al árbitro le debe sustituir un linier si el colegiado principal no puede pitar "por causa o accidente ajenos a su voluntad". También recomienda la designación de un segundo asistente.
Es por eso que por un megáfono, propiedad de un aficionado del Salamanca, se preguntó a la grada si había algún arbitro, como bien cuenta 'La Gaceta de Salamanca'. "El partido se encuentra suspendido hasta que se incorpore un árbitro de Guipuzkoa que pueda ayudar a reanudar el encuentro", señaló el Salamanca en sus redes sociales.
Como nadie contestó ni se ofreció para arreglar el entuerto, con los jugadores en los vestuarios y tras lógicos minutos de desconcierto, se tuvo que llamar a un árbitro de la provincia que se encontraba en San Sebastián. La imposibilidad de encontrar a un colegiado no vasco ni no salmantino obligó a ello.
Para mayor gloria del surrealismo, este árbitro llegó más tarde de lo esperado porque había un atasco importante en la carretera que conduce a Zubieta debido a un accidente de coche. Los 12 kilómetros que separan San Sebastián de las instalaciones realistas parecieron muchos más.
En lo meramente futbolístico, la Real B que dirige Xabi Alonso ganó al Salamanca, que recortó ya en el añadido. Roberto Lóèz abrió la cuenta en el minuto 5 y Djouahra firmó un doblete. Giovanni Solé hizo el tanto charro.
9 de noviembre de 2019
9 de noviembre de 2019