La contundente derrota de Argentina ante Portugal en el debut en los Juegos Olímpicos due más dura de lo que cabría esperar a simple vista.
Los sudamericanos perdieron el récord de 20 años invictos que llevaban en la competición (no perdían desde la final de Atlanta 1996 ante Nigeria). Pese a que no estuvieron en Londres 2012, sí que habían acabado sin perder los 12 partidos de los Juegos Olímpicos de Pekín y Atenas.
Además, sólo ante Holanda en China necesitó irse a la prórroga. Un registro impecable que fue manchado de manera evidente por la generación dirigida por Olarticoechea.