Arnaiz no admite rebeliones contra su Leganés. Victoria 'pepinera' con él como gran protagonista por su gol en el duelo ante el Mirandés. Los 'jabatos' presentaron una primera mitad en la que, poco a poco, fueron sabiéndose superiores a un favorito para ascender, pero perdieron intensidad después aunque continuaran mandando.
Y es que ni Pablo Martínez ni Javi Muñoz aparecían como lo estaban haciendo antes. Ambos picaron con disparos desde lejos que iban minando la moral rival. Al '36' también se le vio activo en labores defensivas. No acompañaban del todo Iván Martín y Moha. Moreno, en la ocasión que podría haber coronado tanto trabajo, hizo un disparo defectuoso.
Quien se erigió en el mejor cuando tocaba remontar era Javi Jiménez, ya fuera cortando balones atrás o colgándolos. Incluso le sirvió en bandeja de plata un balón a Carles Marco -el revulsivo tampoco resolvió la falta de pólvora- que era tan bueno que ni él se esperaba. La respuesta local, sumada a la incapacidad visitante para rematar, sostuvo el resultado.
Bustinza, de hecho, además de interceptar pelotas, pudo provocar un penalti en los compases iniciales del partido porque le derribaron cuando corría hacia el área. El árbitro no vio nada. Palencia no estaba tan incisivo como ante el Sabadell y acabó sustituido, Omeruo se lesionó y Borja Bastón, arriba, no terminaba de encontrarse. Tampoco Michael Santos cuando entró.
De ahí que se antojara vital el zapatazo de Arnaiz nada más comenzar la segunda mitad para resolver el encuentro. Llevaba la pelota botando mientras se colaba en los dominios de Lizoain y le batió con una volea a su palo largo ante la que el meta no pudo hacer nada. Si no fuera por su tanto, la película podría haber sido distina: los de Martí acabaron echados atrás, aguantando el chaparrón.
Se acaba con el triunfo del Leganés la buena racha del Mirandés, que mereció más en Málaga y derrotó al Zaragoza. Curiosamente, los 'pepineros', que mandaron mayormente frente al Sabadell, encontraron los tres puntos ante un rival que le puso contra las cuerdas esta vez.