El delantero austríaco Marko Arnautovic ha asegurado que no es un racista y ha pedido disculpas tras los agresivos gestos y los gritos que lanzó este domingo contra varios jugadores normacedonios tras marcar el 3-1 definitivo con el que Austria selló su primera victoria en una Eurocopa.
"Hubo algunos intercambios acalorados en la emoción, por los que me gustaría pedir disculpas, especialmente a mis amigos de Macedonia del Norte y Albania. Quiero dejar clara una cosa: ¡No soy racista! Tengo amigos en casi todos los países y defiendo la diversidad. Todos los que me conocen lo saben", afirmó.
Arnautovic, que no fue titular, marcó su gol casi al final del partido e inmediatamente se volvió hacia varios jugadores rivales profiriendo gritos, hasta el punto de que David Alaba, capitán de la Selección, corrió hacia él y le cogió la cara con la mano para callarlo.
"A quienes se hayan sentido aludidos: lo siento, lo siento, lo siento. Olvidémonos del asunto, no tiene que ver con el fútbol" señaló el futbolista, nacido en Austria de padre serbio, según informan los medios austríacos.
Varios medios serbios aseguran que el futbolista dirigió sus insultos a jugadores normacedonios pertenecientes a la minoría albanesa de Macedonia del Norte.
La independencia de Kosovo, poblada mayoritariamente por albaneses étnicos, de Serbia en 2008 es un motivo de conflicto entre los dos pueblos.
De hecho, el diario sensacionalista serbio 'Informer' afirma que Arnautovic gritó: "Me f*llo a tu madre, shiptar", una palabra muy despectiva para referirse a los albaneses, aunque ningún otro medio, ni en Austria ni en Serbia, han precisado qué es lo que gritó el futbolista.
El director deportivo de la Federación Austríaca, Peter Schöttel, ha recordado que las "palabrotas" siempre han sido parte del fútbol y que lo importante es que el jugador ha dejado claro que no se mete en política y que tras el partido se habló de lo sucedido con él y que todo está aclarado.